El número mágico

Cuánta tragedia puede encerrar un número. Cuántas portadas, tertulias y comentarios puede llegar a suscitar. Cuántas lágrimas, de rabia y desesperación, llega a provocar. No creía yo en la numerología, pero ahora tendré que rectificar. Es cierto que hay números que son mágicos y tienen poderes. Ahí está ese siete. Siete días para hacer el mundo, siete colores para lucir el arco iris, siete miembros para lograr una logia perfecta de la masonería, siete ramas del saber para los hinduístas, siete, el número del universo para los teósofos, y siete goles para hacer hablar a todo un presidente del Gobierno. ¿Es o no es mágico este número? Ahí está él. Entrando a un congreso con leones sin atributos en su puerta principal. Digno, serio, esquivando como puede las preguntas impertinentes, mirando hacia el frente con resignación, asumiendo con valentía el tormento de unas palabras que cuestionan leyes, decretos, medidas, cambios o corrupción. Cómo si eso fuera realmente importante. Cómo si eso pudiera interesarle a alguien. "¡Qué país!", debió pensar nuestro carismático presidente, "así nunca llegaremos a nada. No destacaremos si en un día como hoy no hay cuestiones más inteligentes para plantear". Y cuando seguramente ya daba todo por perdido, escuchó las celestiales palabras: "¿Vio usted el partido?"Sus ojos se encendieron de pura sabiduría, y su labia envolvente dio la respuesta. Estos periodistas han estado a punto de impedir que la población conociera la certera opinión y el hondo sentimiento del presidente de su gobierno sobre algo tan trascendental como un partido de fútbol entre Alemania y Brasil. ¿De verdad? Ante una comparecencia en el Congreso de los Diputados, con un país en crisis permanente, un mundo que se mata, con tantos silencios y mentiras sobre las cuestiones que afectan a nuestro presente y futuro, ¿este presidente sólo se digna a opinar sobre un partido de fútbol? Bien. Sólo nos queda creer en la perfección y el poder del siete, y esperar que este signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico y la sabiduría algún día nos traiga mentes más despejadas.