Opinión

El COB venció en todo

Kur Kuath machaca el aro del Melilla durante el duelo. JOSÉ PAZ
photo_camera Kur Kuath machaca el aro del Melilla durante el duelo. JOSÉ PAZ

El partido. Elige un momento, elige una estadística... Se diría en la versión personal del monólogo inicial de “Trainspotting”. El COB, a diferencia de los “pringaos” de la novela de Welsh, tuvo la voluntad y control de todo lo que fue el juego, rebote, balones perdidos, asistencias, valoración, evidentemente anotacióne, incluso, hasta el basketaverage -en Melilla había perdido de 18 puntos el conjunto ourensano-. Una victoria más para el COB y un rival menos con el que competir por la permanencia. Como bien contestaban a mi pregunta mis habituales compañeros de asiento, Ángel y Carlos: ¿descendidos?, Melilla -lo lamento por Gonzalo García de Vitoria, al borde de las lágrimas por su recibimiento en el Pazo- y dos más. 

No fue el partido más brillante, para nada metódico, pero tuvo sus momentos y en ellos “mis dieses” -como tuiteó Basilio Romero para ponderar la ocurrencia de un amigo- para Kurt Kuath, intimidador, que bien puede perder impacto lejos del aro, pero que bien protegido en estructuras atrás es uno de los mejores. Con Majgafic, un 3/4 capaz de defender -hasta al pívot- y anotar de tres, lo que es de gran valor, y en especial para Txwmi Urtasun -20 puntos, 3 asistencias-, último refuerzo ourensano, muy por encima, en la comparativa, de Davis III, en la misma condición e importancia para Melilla y con solo 7 puntos (tres desde la línea de tiros libres). Los resultados vienen a reforzar una realidad: no es solo acudir al mercado de fichajes, sino poseer unos códigos, costumbres, de las que el Pazo, una vez más a tope, es ejemplo, sin los cuales es imposible salir del atolladero.

Acierto propio y favores -resultados- favorables del resto del G7, pero esto no acaba aquí. A la vuelta de la esquina Albacete: ¡otra final! 

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