Opinión

En el camino

El bagaje de resultados apilados por el COB a lo largo de la presente temporada le llevó a una situación de máxima exigencia en el última jornada disputada. No cabían excusas porque el Pazo Paco Paz estaba repleto de orgullo. El que da ver a su equipo jugar sin complejos. El conjunto ourensano tenía la ocasión, en el duelo ante el Alicante, de firmar un triunfo que le acercaba a la permanencia ante su público y no falló. Salvar, cuanto menos, los 15 puntos de ventaja ante Juaristi el próximo sábado, deberá ser suficiente.

“En el camino”, que es el título del alocado viaje al Oeste de Jack Kerouac, biblia y manifiesto de la Generación Beat. Así fue la ruta por la que transcurrió el partido del sábado: un serio, ecuánime Alicante, a su ritmo, sobrio. La épica de un último y liberador cuarto por parte ourensana, los “cojones” de un controvertido Chaz Williams que, llegado el momento, no solo recupera la esencia del baloncesto -pick and roll- en su sociedad con Kurt Kuath y la colaboración de Manjgafic, es que además es capaz de jugársela a un todo o nada, interpretando al propio Kerouac, cuando este se lanza a superar “el enorme y peludo Bear Mountain”: “¿Qué coño estoy haciendo aquí?”. 

Acertó el entrenador del cuadro orensano, Félix Alonso, en su apuesta por la presteza del pequeño base, capaz de cambiar la dinámica negativa de partidos anteriores y llevar el encuentro al tempo que le interesaba a él y a sus compañeros.

Cierto que la segunda línea se mostró más irregular, que no negligente, Peciukevicius parece haberse olvidado de tirar a canasta, mientras que a Pilepic y Nogués, en la adversidad, les faltó ánimo. Todo lo contrario que a un meritorio Ventura, pero, globalmente, el COB volvió a ser el equipo capaz de revelarse ante el infortunio y recuperar la consistencia de sus mejores momentos, cuando más lo necesitaba. 

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