Hasta cuándo vais a callar

Tenemos un país con varios millones de personas a los que me gustaría comprender, pero no encuentro argumentos racionales para hacerlo. Varios millones de personas que, en realidad, quieren lo mismo que yo o que cualquiera de ustedes. Un buen futuro, unos buenos servicios públicos, que a sus hijos les vaya razonablemente bien, que no tengan problemas en la vida. Gente normal, en definitiva, y por eso me dirijo a ellos en este artículo. ¿Qué más os hace falta? ¿Qué más necesitáis? ¿Hasta cuándo vais a aguantar? ¿Hasta cuándo vais a callar?

Vosotros, otrora respetables militantes del PSOE y ahora silentes cómplices de esta organización corrupta. Cuando a Pedro Sánchez le pillaron detrás de una cortina amañando las primarias del partido, de vuestro partido, ¿no os saltó ninguna alarma? Cuando os miró a la cara y os dijo que nunca pactaría con independentistas o que jamás decretaría una amnistía para los secesionistas catalanes, ¿no os sentís estafados? Cuando se sentó a la mesa con los que asesinaban a vuestros compañeros en Euskadi, ¿no se os revolvieron las entrañas hasta quedaros sin bilis? Cuando veíais a Patxi López portando el féretro de algún compañero asesinado, ¿no sentíais, al igual que yo, orgullo? Cuando veis a Patxi López ahora, ¿qué sentís? Cuando lo veis defendiendo a los defensores de esos asesinos, ¿qué sentís? Decidme, ¿qué sentís?

Vosotros, que habéis sido toda la vida honrados trabajadores. Vosotros que os habréis esforzado para pagar a vuestros hijos unos estudios en busca de un futuro mejor, o que habréis ahorrado lo que no teníais para ayudarles con la entrada de un piso.

Vosotros, que habéis sido toda la vida honrados trabajadores. Vosotros que os habréis esforzado para pagar a vuestros hijos unos estudios en busca de un futuro mejor, o que habréis ahorrado lo que no teníais para ayudarles con la entrada de un piso. Vosotros que ahora veis cómo se contrata, con vuestro dinero, a prostitutas en empresas públicas, ¿acaso no sentís un asco inmundo? Cuando, en nombre de la mujer, se aprueban leyes que ponen en la calle a cientos de violadores, ¿no pensáis que estamos realmente gobernados por unos arrogantes analfabetos?

Vosotros, que os encerraron en casa durante meses, de forma ilegal y por indicación de un comité de expertos que nunca existió. ¿No os sentís estafados? Vosotros, que mientras salíais todas las tardes a aplaudir al balcón, ellos aprovechaban para forrarse con contratos a dedo o montaban fiestas en los Paradores con furgonetas repletas de prostitutas, ¿no os viene una bocanada de vómito a la garganta?

Cuando véis cómo la mujer del presidente ganaba dinero con tramas orquestadas desde La Moncloa. Cuando fuisteis testigos de cómo se rescataban empresas de amigos con vuestro dinero. Cuando escuchasteis al hermano del presidente decir que ni siquiera sabía dónde estaba su puesto de trabajo, ése que le regalaron en la Diputación de Badajoz, ¿no sentisteis vergüenza ajena? Y ahora que un caradura en Extremadura ha hecho dimitir a una diputada autonómica y renunciar a otras cuatro personas para conseguir un vergonzoso aforamiento, ¿no sentís nada? ¿Nada de nada?

Cuando un alto cargo del PSOE en Canarias se ve envuelto en una trama de narcotráfico, ¿preferís mirar para otro lado? Cuando una dictadora venezolana viene al aeropuerto de Barajas de manera ilegal con medio consejo de ministros metido en el ajo, ¿pensáis que no es para tanto? Cuando todo el gobierno os mintió a la cara durante meses para luego admitir que era cierto, ¿qué sentisteis?

Cuando se asaltan todas las instituciones del Estado dejando una sociedad huérfana en lo moral. Cuando tenemos un Fiscal General del Estado a punto de ser procesado por un escándalo inédito en nuestro país y se niega a abandonar su cargo. Cuando se ha colonizado el Tribunal Constitucional y se ha convertido ilegalmente en un tribunal de última instancia, ¿no sentís que la democracia se os escapa entre los dedos?

Cuando se hacen purgas estalinistas en vuestro partido y se expulsa del mismo a socialistas ilustres como Joaquín Leguina o Nicolás Redondo. Cuando a Felipe González se le considera “un facha”, ¿no sentís que os han robado el PSOE? Cuando una enchufada metida a fontanera del partido se reúne con delincuentes para extorsionar a la Guardia Civil, cuando pretenden perseguir a los jueces y chantajear a profesionales honestos, cuando se señala públicamente a periodistas y magistrados, cuando el propio presidente del gobierno parece estar metido en el ajo, ¿no creéis que se han cruzado todas las líneas rojas? ¿De verdad no se os enciende ninguna alarma?

Nuestra democracia está defectuosa, tocada de muerte. Estamos siendo testigos de cuán débil e inoperante es, apenas un castillo de naipes a punto de desmoronarse. No estaba pensada para ser destruida desde dentro. Carece de los mecanismos para cuando los responsables de cuidarla y protegerla son, en realidad, unos indecentes y corruptos sociópatas. Nos gobierna una banda que piensa y actúa como la mafia, como la camorra. Nos gobiernan unos indeseables porque su base de votantes, es decir usted, sigue agachando las orejas mientras le roban el partido, el futuro, la dignidad y el orgullo. ¿Hasta cuándo vais a callar? Decidme, ¿hasta cuándo?