Comer

Tantos asesores, tanto aislarse, tanto preparar una comparecencia importantísima y al final meten la pata por una expresión urgida por la prisa que se queda en la memoria de la gente y que lejos de humanizar a quien la profiere no hace sino aumentar la percepción de que le importa más su almuerzo que la crisis en la que se encuentra su partido. Hace una semana tras la reunión de la Ejecutiva del PSOE en la que se analizaron las consecuencias del informe de la UCO que delataba la supuesta corrupción de Santos Cerdán y tras responder a varias preguntas en las que cambió el gesto compungido de hacía unos días por una nueva página de su Manual de Resistencia, Pedro Sánchez se dejó llevar más por su estómago que por su cabeza, y en lugar de aparecer como el capitán que desafía la tormenta se convirtió en carne de meme. “Señores, son las 5 de la tarde y entenderán que aún no he comido, así que me marcho”, dijo Pedro Sánchez, pifiándola para estupor de sus asesores. M. Rajoy también pidió en alguna ocasión que le dejaran de preguntar porque “no había dormido nada”. El hambre y el sueño juegan malas pasadas, no por sentirlos, sino por decirlo.