El Cristo Grande

Publicado: 25 sep 2025 - 04:05

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En medicina, antes como ahora, cuando un paciente acude al médico, este le hace al presunto enfermo una anamnesis previa a la exploración y a las pruebas complementarias, las que el galeno estime convenientes; pregunta e indaga sobre los antecedentes del visitante que no se encuentra bien. Por eso yo, quizás por deformación profesional, antes de hablar del personaje en cuestión, voy a referirme al “Cristo grande”, para no endilgarle, a las primeras de cambio, tan parecido en el debe del personaje… mediador. Y no temen, no estoy pensando en la estatua del Cristo más grande del mundo, prevista en Boadilla del Monte, ni en otros “Cristos grandes” de la geografía mundial.

Lo dicho viene a colación porque Sánchez ha decidido confiar en el ex presidente Zapatero, para que actúe como mediador improvisado –el proveído está en prisión- ahora, quizá en una de las etapas más críticas, ante el prófugo de la justicia, Puigdemont. Por ello, ya definen a Zapatero como el “Cristo grande, que lo sacan en procesión cuando todo va mal”. Sabíamos de las diatribas políticas de Zapatero, de los éxitos económicos que se auto atribuía al comienzo de su presidencia y, al final, tras tres años de tijeretazo, con recorte de 15 mil millones que llevó al Congreso, cuando había prometido no tocar las prestaciones sociales, supuso su final abrupto, que le llevó a adelantar las elecciones, previstas para 2012, a noviembre de 2011. No sin antes hacernos ver lo de los “brotes verdes”, rebajar el sueldo de los funcionarios durante 2010 y congelando la revalorización de las pensiones durante 2011. Fue verdad, que después el PP legisló la obligatoriedad de revalorizar pensiones, un mínimo sí, pero revalorizarlas.

Un mediador, a modo de ‘Cristo grande’, que ya se ha ganado llevar a cuestas la máxima de que ‘en caso de urgencia, seguro que estaré disponible’

El caso es que de casta le viene al galgo, o algo de eso le debió y debe ver Sánchez, para una vez el mediador titular -Cerdán- en la cárcel le sustituya Zapatero, que anda ocioso por la vida, para mediar con Puigdemont, pero esta vez en Bélgica. No hay necesidad de desplazarse a Suiza, tal como lo hacía Cerdán, quizás para aprovechar más el tiempo en sus cuestiones más personales… Y tiene mucho que trabajar Zapatero. Porque todos los medios apuntan, que la relación entre Junts y el PSOE sanchista pasa por malos momentos, con una ley de amnistía que, hecha a medida, no acaba de hacerse realidad. Y aunque los Presupuestos Generales del Estado para 2026 se dan por perdidos, a pesar del optimismo y escarceos de Sánchez para salvarlos, son imprescindibles los siete votos de Junts, para justificar e ir conllevando la Legislatura. Pero todo indica que Zapatero no ha tenido éxito. ¡En fin!, lo de desencallar las relaciones entre Junts y el sanchismo parece más de intenciones que de resultados. A pesar de sacar en procesión al “Cristo grande”.

Un mediador, a modo de “Cristo grande”, que habiendo escapado de la quema, adelantando elecciones, tras realizar previamente todos los ajustes sociales a su alcance con pensionistas y funcionarios, abolir el “cheque bebé” -tras rimbombante presentación-, no hacerle caso al ministro de Economía, Solbes, e incorporar a Elena Salgado… y al final irse, dejando a España a las puertas del rescate… haciéndose amigo de Maduro y, más tarde, de Puigdemont y ya está en modo “Cristo grande”. Un “Cristo”, que ya se ha ganado llevar a cuestas la máxima de que “en caso de urgencia, seguro que estaré disponible”. Aunque al final, tal como dijo Javier Pérez-Cepeda (“Churruca”), en cada generación hay un selecto grupo de idiotas convencidos de que el fracaso del colectivismo se debió a que no lo dirigieron ellos. Cuánta razón la de Ortega: No pidamos el retorno de lo que fue objeto de trastorno.

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