Itxu Díaz
CRÓNICAS DE INVIERNO
Prohibido pasear al tigre
Cuando se me da por escribir uno de esos artículos, con los que recurrentemente les doy la monserga a los lectores de La Región, son bastantes las ocasiones que no sólo describo sino que también valoro sobre lo que me pongo a tratar, ofreciendo la descripción y, a mayores, mi opinión y valoración. Pueden estar de acuerdo o no, gustar más o menos, pero así son en general los artículos de opinión. También acostumbro a decir y escribir en misivas, al narrar una situación, la previa consideración de “describo, no valoro”, al interlocutor; más que nada para no estigmatizarlo y que haga él, libremente, su opinión y valoración al respecto de lo que le derivo. Son dos maneras de narrar el episodio: Sólo describirlo, o describir con la consiguiente valoración. Cuando la oposición en bloque comienza y finaliza sus discursos en clave parlamentaria solicitando la dimisión del Presidente, no hace falta valorar nada: Se valora por si mismo, se delata de entrada y “para ese viaje no se necesitan alforjas”.
Uno propone medidas y los demás critican y piden dimisión. ¿Cómo no van a crecer los populismos con tanta anti política?
“Ellos sólo quieren involucrarse, no comprometerse. Así en los huevos con jamón la gallina se involucra, pero el cerdo… El cerdo se compromete”. El Gobierno gallego se involucra y se compromete. Así lo creemos, ya que pruebas son amores y no sólo buenas razones. En la comparecencia, a petición propia, del presidente Alfonso Rueda lo hemos -al menos yo lo vi nítidamente- comprobado. Cuando hay convicciones, prestigio y seriedad, reluce el trabajo y el rigor en la exposición de los acontecimientos; y tampoco hacen falta algarabías para ver quién está por la labor de cambiar todo lo que se pueda y deba cambiar, estando al lado de los damnificados. Ridículo decir en clave Parlamentaria, que el Presidente de la Xunta apareciera en público, en plena vorágine incendiaria, con barba de días y chaleco amarillo, por la sencilla razón de estar al pie del cañón. ¿Lo querían oculto, o en traje bien rasuradito? Vaya defensa del monte y, sobre todo, de los vecinos afectados por la catástrofe, por parte de la oposición durmiente en las hamacas. Ya ven, que aquí describo y valoro.
Yo, como dice Isabel Coiget, pienso que a veces “el calor tiene memoria”, y que nos recuerda todos los veranos, a veces como molestia o mal pasajero y otras como plaga provocada por el hombre; sea éste pirómano, o por mor del maltrato provocado al medio ambiente. Estando ya el Gobierno gallego con la entrega de la primera ayuda, agradeciendo el ejemplo de los gallegos de como trabajar unidos, e insistiendo en la intencionalidad de los fuegos… diametralmente contrasta con expresiones de “carroñerismo político” de Pontón a Rueda. Un pleno bronco y sin consenso, cuando se le suponía para prevenir y solucionar situaciones catastróficas… ¿Es la mejor herramienta política? Pues rotundamente, no. Describo y valoro.
Pena que, las comisiones de investigación y las comparecencias voluntarias o no, en los Parlamentos, se hayan convertido sin rubor en un toma y daca de acusaciones y, una vez más, para ratificar la polarización política en la que estamos inmersos. Uno propone medidas y los demás critican y piden dimisión. ¿Cómo no van a crecer los populismos con tanta anti política? Cuánto mejor es describir y no valorar, o, si lo creen conveniente, describir y valorar.
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