Pilar Cernuda
LAS CLAVES
Sánchez, cuestionado por los suyos pero inamovible
Me ha llegado por internet una campaña publicitaria de una firma cuyo nombre ni recuerdo, y aunque lo recordara no lo pondría aquí. Una firma de diseño de moda masculina desconocida para mí. Hace muchos años que estoy fuera del mundo de la moda, aunque sigo viéndolo de forma casual con curiosidad y atención.
La gracia es que básicamente sus productos de moda, muy bonitos por cierto, su ropa, sus complementos, sus diseños, consisten sobre todo en faldas para hombres. Largas y preciosas faldas casi siempre negras.
Las faldas para hombres son un clásico y no son ninguna novedad especial. Ya fueron una tendencia en los ochenta aunque no tuvieron mucho éxito. Incluso el en aquellos años un jovencito Miguel Bosé, actualmente negacionista climático y antivacunas salió una vez por la tele con una, con la que dio el golpe y dejó atónita a toda España.
Pero digo que son un clásico porque la cosa ni siquiera viene de ahí sino de mucho más atrás, pregúntenle a cualquier escocés. El padrino de la boda de unos de mis mejores amigos, escocés, ofició su papel en esa boda aquí en Galicia perfectamente vestido de gala con su bonito kilt.
Yo siempre he pensado que las faldas tienen que ser comodísimas aunque nunca me he puesto ninguna, pero desde luego me parecen así a primera vista, más higiénicas, más naturales y más lógicas que los pantalones.
El caso es que volviendo al tema se ve todo estupendo en las fotos de esa curiosa colección. Yo siempre he pensado que las faldas tienen que ser comodísimas aunque nunca me he puesto ninguna, pero desde luego me parecen así a primera vista, más higiénicas, más naturales y más lógicas que los pantalones. Y cuando hace mucho calor en un verano tórrido y de pronto viene un airecito fresco ¡guau!, entonces tienen que ser la bomba.
Pero la visión de esas fotos de chicos con faldas, tal vez porque en los últimos años me he vuelto muy escéptico con todos esos temas de la moda que tanto me gustaron y a los que dediqué una buena parte de mi vida y mi talento como fotógrafo si es que tuve alguno, me ha dado otra cosa que pensar. Y tampoco esta es una novedad. Ya la pensaba en aquellos años cuando tenía todos los días a top models delante de mi objetivo durante horas.
Para salir a la calle con una falda así siendo un varón, tienes que ser joven, delgado y muy guapo. Y por supuesto atrevido y valiente. De otro modo es imposible que consigas llevar eso con la autoridad y elegancia que se merece.
¿Se imaginan ustedes a Jesús Gil, Manuel Fraga, Felipe González, o Aznar con falda. ¿Verdad que no? No. De ninguna manera. No les quedaría bien. Pero no porque no fueran jóvenes, delgados o guapos que algunos lo fueron en su momento, sino porque a los tipos así, como ellos, la falda no les pega ni con cola, y no sabrían llevarla con elegancia y orgullo. Los haría ridículos.
A menos claro está, que hablemos del difunto y añorado Sean Connery. A él sí le quedaban bien.
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