Sentimientos personales

Publicado: 25 abr 2009 - 02:00 Actualizado: 11 feb 2014 - 00:00

Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos. Concordar las palabras con la vida enseñaba Séneca a sus discípulos. He sentido estos días la fuerza de los sentimientos, he sentido la debilidad del que no controla sus emociones. He sentido la proximidad del amigo, he compartido la cercanía del compañero, he notado el cariño del generoso. He sentido la necesidad de mostrar mi agradecimiento a quiénes han compartido conmigo estos cuatro años de gestión educativa. He dejado que las lágrimas empañasen mi vista.

He tenido la dicha de descargar mis emociones en presencia de quién comprende los errores y agradece los aciertos. He gozado de la compañía de buenos y verdaderos amigos. He compartido instantes de felicidad con eficaces trabajadores y abnegados profesionales. He olvidado malos momentos y he disfrutado de recuerdos gratificantes. He vivido cuatro años rodeado de comprensión, apoyo y entusiasmo en la creencia de trabajar por una sociedad más avanzada a través de la mejora del sistema educativo; contando, en todo momento, con la leal colaboración de las comunidades educativas (equipos directivos, claustros de profesores, asociaciones de padres, personal laboral) y, como no, del servicio de Inspección. Y todos ellos han revindicado perfeccionar las condiciones en las que se desenvuelve la acción educativa en Galicia y de sus centros en particular, buscando siempre la mejor formación de los futuros ciudadanos de nuestra tierra.

Siempre recordaré a mis compañeros de equipo (provincial y autonómico) con los que he trabajado intensamente y con los que he compartido momentos de alegría, éxitos y fracasos. Nunca olvidaré a quién ha confiado en mí y siempre seré fiel a su recuerdo.

Es muy difícil asumir los errores. Es complejo entender al adversario. Es de nobleza saber perder. Es honorable recordar a los que te precedieron. Es triste sentirse incomprendido, es gratificante sentirte amado. Es ético desear el éxito a tu contrincante. Es honroso luchar por el bien común. Es un reto ilusionante volver a la docencia. Es reconfortante el retorno. La tarea educativa, lo más hermoso. Siempre he admirado a Séneca. Era, sobre todo, un maestro.

Contenido patrocinado

stats