Cuando íbamos a ser la posteridad

CRÓNICAS DE OTOÑO

Belén Esteban posa con su drop de souvenirs de Beefeater.
Belén Esteban posa con su drop de souvenirs de Beefeater. | EP

Dos en fuera de juego

La extenista Arantxa Sánchez Vicario (d), junto a su madre.
La extenista Arantxa Sánchez Vicario (d), junto a su madre. | EP

El encuentro morboso de la semana tuvo lugar en el Museo Olímpico y del Deporte Juan Antonio Samaranch de Barcelona, donde tuvo lugar el acto conmemorativo del XXV aniversario de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. La celebración, organizada por la Fundación Barcelona Olímpica –un abrazo al Cobi de Javier Mariscal-, contó con la presencia de dos protagonistas muy comentados, difícilmente más comentados: Arantxa Sánchez Vicario, que acudió con su madre, e Iñaki Urdangarín. Todo fue un poco melancólico, sinceramente. Visto con perspectiva, la historia de ambos debía haber sido algo glorioso, y muy deportivo, y terminó siendo carnaza de lo más grimoso de la prensa del corazón, en medio de historias terribles y muchas togas, de modo que yo prefiero recordar a Arantxa en la pista, cuando nos congregaba como nadie ante el televisor, ilusionados, para ver algo tan sumamente coñazo –con perdón- como un partido de tenis.

Suertecita

La cantante Julia Medina en la presentación de los artistas del Benidorm Fest.
La cantante Julia Medina en la presentación de los artistas del Benidorm Fest. | EP

La cantante Julia Medina es una de los 18 participantes en el Benidorm Fest que hemos conocido esta semana. La isleña actuará en un dueto junto a la actriz y cantante mexicana María León. La ex concursante de OT y de Tu cara me suena, grabó hace meses junto a Fernando López de Modestia Aparte una maravillosa versión del clásico Ojos de hielo, enorme canción del 88 firmada –y entonces cantada- por mi querido Javier Portugués, hoy director artístico, a&r, actor de doblaje y muchas más cosas, todas buenas. A Julia Medina le deseamos suerte, aunque su éxito no implicaría necesariamente el viaje a Eurovisión, porque el Gobierno sigue liándola con el boicot a Israel, mezclando churras con merinas como de costumbre, e igual ni siquiera participamos. En términos de impacto emocional en los españoles, no participar en Eurovisión equivale a cuatro apagones de 24 horas, como los que nos acaban de anunciar que nos acechan, si Dios no obra un milagro antes.

Enamorado de la Luna

Isabel Díaz Ayuso en la plaza de Las Ventas.
Isabel Díaz Ayuso en la plaza de Las Ventas. | EP

Las encuestas se torcieron en el último momento, me cuentan, y eso hizo que el Gobierno reculara en el asunto antitaurino, los socialistas se abstuvieron en la votación, poniendo los cuernos a Sumar y Podemos, que intentaron cortarle las dos orejas y sobre todo el rabo a Pedro Sánchez por este asunto. Entretanto, no sé si como premonición o como celebración, Isabel Díaz Ayuso fue uno de los muchos rostros conocidos que quisieron apoyar la fiesta en esta semana decisiva, acudiendo a la Feria de Otoño de Las Ventas. Por allí se dejaron ver también Pedro Trapote, Kiki Morente, José Ortega Cano, y Josemi Rodríguez-Sieiro, que aprovechó los micrófonos que se le ofrecieron para arremeter contra los que convierten la figura del periodista “en un circo”; según fuentes informadas, se trató de un sopapo bastante poco discreto al ex Supervivientes José Carlos Montoya, que ha cubierto para la misma televisión la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mijan, ya comentada en esta misma página hace una semana.

Lady Ginebra

Belén Esteban posa con su drop de souvenirs de Beefeater.
Belén Esteban posa con su drop de souvenirs de Beefeater. | EP

Belén Esteban acaba de decir que, cuando se mira al espejo, ve a una “milf” “muy sexy”. Quizá haya tenido algo que ver el hecho de que en el momento de tales declaraciones salía de un evento de la famosa ginebra Beefeater en Madrid, aunque me informan de que el objetivo del acto no era tanto beberlo como presentar a la ex Sálvame como nueva imagen de la marca junto al influencer murciano Xuso Jones. En Londres, Belén Esteban ha sido nombrada “Lady Beefeater” –no es broma- y la firma de ginebra ha lanzado un montón de souvenirs con su cara: tazas, platos, saleros, teteras y hasta un felpudo que es, me cuentan, el objeto favorito de la protagonista, sin que me atreva a hacer ninguna pregunta más al respecto. Necesito una copa para reponerme.

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