Nada es verdad ni es mentira, todo se ve del color del cristal con que se mira”. Lo decían nuestros abuelos, y puede que en parte sea verdad, porque el color no es más que una experiencia sensorial visual. Dicho de otro modo, el color técnicamente no “existe”. Lo que percibimos como tal es lo que provoca la luz sobre un objeto, y depende de las diversas cantidades de luz que este absorba. El rebote de las mismas es el color. Sea como sea, lo cierto es que no podríamos vivir sin el color. Ignoraríamos por completo esa preciosa y precisa información para sobrevivir. Sobre el tema se podría escribir sin pausa el resto de la vida. Cualquier color tiene su significado en cada cultura, y es valorado de diferentes formas, incluso como símbolo. Su importancia se manifiesta en cuanto a asociaciones morales y de cualquier otro aspecto social.
Somos un misterio absoluto, la vida es un misterio, el mundo es un misterio, y el color también lo es. El color es un componente de la forma, y juntos nos dan conocimiento de lo que utilizamos, comemos, vestimos. ¿Qué haríamos sin color? Recuerdo las palabras del pintor en una exposición muy lejana en el tiempo, en el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago: “La naturaleza no tiene color”. Como buen pintor, debía de ser ducho en materia de la colorimetría, física, y otras maravillas que proporcionan la ilustración para poder andar por el mundo sin caerse. O sea, que el cristal por el que miramos, que decían nuestros abuelos, no es más que nuestros propios ojos, y lo demás, lo pone la luz. Sin embargo, los colores inundan nuestra vida y a cada uno de ellos le damos un nombre.
El nombre, otro misterio. Una palabra que surca el aire, que no queda fija en ningún sitio, si acaso un papel proclive a ser borrado, pero que sin ella, nadie es nadie y nada es nada. Ahora el papel ha sido sustituido por una máquina ¿pero es segura? Se puede borrar igual. El color forma parte de nosotros mismos porque incide en las percepciones e influye en las emociones y el estado mental. La neurociencia estudia con atención el tema, los psicólogos y los expertos en marketing. Todos los colores tienen su lugar en el universo de los significados al igual que la simbología. Son dos factores de primer orden no solo en las existencias privadas y particulares sino en el desarrollo de la propia sociedad.
