Marisol

En este fatídico mes de agosto, un averno medioambiental contra el que Ourense sigue luchando y que contaría con ella en primera línea coadyuvando a frenar la barbarie y la catástrofe que sufrimos, despedimos a una ourensana que siempre llevó por bandera sus raíces sin perder su inmortal sonrisa. Ese semblante que siempre la acompañó desde que nació. Seguro que compartía la frase de Nayyirah Waheed en “Tierras”: “Mi madre fue mi primer país, el primer sitio en el que viví”.

Marisol encarnó -desde el techo de cristal que tuvo la grandeza de romper- el sentido institucional, el carácter integrador, la empatía y el equilibrio que indefectiblemente debe procurar quien dirige un colectivo. Su trayectoria al frente del empresariado de la provincia la juzga su tiempo de permanencia en el cargo y el apoyo de un equipo que siente su marcha porque ese timón sabía manejarlo con el acierto preciso.

Su papel esencialmente colaborador y solucionador de conflictos aparecía siempre representando el sentido común y la moderación. Integrada con un rol importante en organizaciones autonómicas y nacionales siempre emergió con la palabra justa o el silencio apropiado. Echaremos mucho de menos su entusiasmo al sumarse a cualquier reto colectivo, su solidaridad y decidida colaboración en los momentos más complicados. Siempre a disposición. Así fue cuando le pedí que formara parte, junto a otros representantes de colectivos de la provincia, de un comité permanente provincial de evaluación de la incidencia de la pandemia de la covid-19 . Siempre conectada, en las diarias reuniones que manteníamos durante el confinamiento, y presta a proponer o sugerir medidas que ayudasen a salir de aquella dramática situación personal, social y económica.

Llevaba con orgullo ejercer de representante del mundo empresarial de nuestra provincia

La CEO que presidió estuvo siempre en todos los foros a los que estaba invitado. Su sentido institucional era gigante, a la altura de muy pocos. Su amabilidad era sinónimo de la organización que regía, la impregnaba con su personalidad. Y su capacidad para conectar con propuestas de programas de ayudas empresariales, autónomos, Exportou para la internacionalización, Observatorio Económico Provincial, impulso de empleo para mayores de 45 años, las misiones comerciales con USA, mujeres con dificultades de inserción laboral…encontraron el estudio y la complicidad necesaria para que muchos sigan hoy siendo una realidad que ayude a dinamizar nuestro tejido productivo con programas aún vigentes. Fue una colaboradora necesaria de Ourense. Y nos ha dejado un legado que no debemos desaprovechar. Clave para encarar el futuro que nos está esperando. Sin despreciar la frase que incluyó Scott Fitzgerald en “El Gran Gatsby”: “así que seguimos avanzando, como botes contra la corriente, atráidos sin cesar hacia el pasado”.

Nunca faltó, y por lo tanto nadie a quien representaba, a los eventos que tuvieran que ver con el dinamismo social y cultural donde su presencia garantizaba la colaboración público privada que siempre pregonamos. Fuera el Festival de Cine, la Mobile Week Ourense, premios Olimpia Valencia, Ourensanía, Carracedo, Estatuto de Autonomía,la Ourense ICC Week, Festa da Palabra…en todos los álbumes que consultemos allí estará. Por siempre. Por supuesto en la defensa de todas las causas sociales, sea la puesta en valor del emprendimiento femenino, la igualdad o el empleo en la discapacidad.

El pasado 2 de agosto, en la concentración en A Gudiña para exigir el freno a la discriminación ferroviaria, me hizo saber que le resultaba imposible asistir

Llevaba con orgullo ejercer de representante del mundo empresarial de nuestra provincia. Orgullo que transmitió en los diferentes actos de exaltación del colectivo en los que colaboramos, llámense 45 aniversario de la CEO, la Gala de las empresas ourensanas, el merecido homenaje a los que llevan “toda una vida impulsando Ourense”…en su figura encontré una compañera de viaje y de proyectos dispuesta a sumar por y para Ourense, consolidando la cooperación mutua a favor del tejido empresarial de la provincia. Una alianza clave, la suya, para contar hoy con infraestructuras clave como el Centro de Innovación de Formación Profesional “Eduardo Barreiros”.

El pasado 2 de agosto, en la concentración en A Gudiña para exigir el freno a la discriminación ferroviaria, me hizo saber que le resultaba imposible asistir. Pero élla estaba allí, porque Marisol siempre estaba. Y estará. Como estuvo al día siguiente para felicitarme el cumpleaños (“a ti tengo que llamarte, un whattsapp no es suficiente”). Grande hasta el final querida amiga. No es un tópico: dejas un vacío enorme. Todo mi ánimo a tu familia y a tu equipo en la CEO que tienen una tarea más que difícil para seguir la senda que mantuviste ejemplarmente. Esas siglas que, como siempre bromeábamos, significan : Creo En Ourense. Yo creí, creo y creeré en ti. Gracias por tanto Presidenta.