Sonia Torre
UN CAFÉ SOLO
Las nostalgias
CARTA AL DIRECTOR
La voluntad es un rasgo muy valorable de la personalidad que permite al menos intentar luchar contra instintos que hacen peligrar a veces la reputación, a veces la libertad.
Como estos instintos forman parte de la humanidad, el que los aplaque con su fuerza de voluntad o los deje volar libres por su debilidad hasta que la justicia los mantenga a buen recaudo dentro de los límites que protegen a los demás.
El poder de persuasión de los instintos es muy superior al de la fuerza de voluntad, pues aunque esta puede hacerles frente, si este se alarga en el tiempo suele acabar rindiéndose a ellos, no en vano los santos no lo son por arte de magia sino por su capacidad para resistir a sus embistes y ayudar después a los demás a sobrellevar los desastres provocados por su rendición.
No es necesario crucificar creencias ni ideología pues no está el problema en abrazar unas u otras sino en la naturaleza humana que abraza a veces mas de lo que debiera. Así que...sea quien sea a quien demos el poder, tarde o temprano será la fuerza o debilidad de su voluntad quien maneje los destinos de la nación.
Luis Cabaneiro Santomé
(Lugo)
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