Non plus ultra

Pue sí. “No más allá”. La locución latina fue rota por la decisión y el valor de todo un pueblo y aquella hazaña fue incorporada al Escudo de España: Plus Ultra. “Más allá”. Llegamos a los confines del mundo mostrando convivencia y honradez.

“Acompañado de dos columnas, de plata, con base y capitel, de oro, sobre ondas de azur o azul y plata, superada de corona imperial, la diestra, y de una corona real, la siniestra, ambas de oro, y rodeando las columnas una cinta de gules o rojo, cargada de letras de oro, en la diestra ´Plus´ y en la siniestra ´Ultra´.

¡Quién nos iba a decir a nosotros que más de dos mil años después los enredadores iban a jugar con el más allá; no tenían suficiente con lo de aquí y ensuciaron aquello y esto! Volaron allá para acabar con lo que siglos ha ostentado nuestro escudo y guía: honradez. No sé si me explico, pero gobernar parece ser, para alguno, volar alto como cantaba Julio Iglesias “Vuela amigo, vuela alto, no seas gaviota en el mar...”, aunque llega un momento en el que la gasolina se acaba, seas gaviota o avión trasatlántico.

Volar, lo que se dice volar alto tiene un alto precio y si dispones de información privilegiada has de dar cuenta de tu vuelo y registralo en el Supremo. O acaban registrándote a ti.

Ir más allá se ha convertido en algo muy distinto de nuestro Plus Ultra; por un lado está el plus (no de honradez precisamente), ese que complementa el precio, y por otro lado el ultra que podría referirse a la información que se añade. No se lo tomen a broma. Es la caja de Pandora. Lo de Venezuela no es solo El Caribe. Es España. Venezuela tiene aires de Moncloa. Vuelan alto los pájaros que cruzan el Atlántico.

Delcy fue recibida por el señor Ábalos cuyo conductor era Koldo García. Todo está atado y bien atado. Hubo poca gente enterada de lo que en el oculto nido de Barajas ocurría y entre los pocos ninguno que ahora vea claro, tras el escándalo, lo que allí ocurrió. Meterse en líos es peligroso cuando son cosas del sucio poder que maneja todo tipo de armas en el más amplio sentido del término.

Eran las 00:25 h. del día 20 de enero cuando el avión se detenía en Barajas. A las 07:35 horas despegaba. ¿Qué pasó esa noche en ese terreno que no era España ni Venezuela, sino el limbo de la impunidad? Un nido de serpientes.

Vuela alto, ¿amigo? no seas gaviota en el mar.

Esa es la gran bomba que algunos guardan, pero puede estallar antes.

La mecha está encendida. ¡Que aguante tienen algunos!

La corrupción une más que la sangre.

Vinieron en vuelo de allí y otro ha ido más allá, pero el billete sigue abierto y alguien puede que vuelque el talego antes de que el vuelo sea más alto.

Están soltando la mano porque han visto que hacia bajo va.

Ha perdido el paso... y la honradez si es que la tuvo.

A los golfos hay que ponerles barreras; o barrotes: Non Plus Ultra.