Nuestra España, una... ¿Babel?

Publicado: 12 abr 2008 - 02:00 Actualizado: 11 feb 2014 - 00:00

Es que actualmente, ¿no lo parece? Desde que nuestro ’genial’ presidente tuvo la humorada de conceder a Cataluña todos los privilegios que le pidieron sus políticos (¿a cambio de qué?) España ha sido anulada de sus mapas y hasta su verdadero idioma, o sea el español, prohibido bajo multas, hasta de los titulares comerciales. O sea, que en el suelo todos los españoles somos extranjeros y de un país casi tercermundista. Pero sin embargo nos machacan hasta la saciedad con las ofertas de sus productos. Y en sus apuros económicos o de cualquier índole acuden a nosotros, y hasta exigen que tenemos el deber de ayudarles y de ’sacarles las castañas del fuego’... En las Vascongadas ocurre más o menos lo mismo, pero allí lo peor es que una buena mayoría son tan bestias que todo lo quieren conseguir haciendo barbaridades con las armas, con las extorsiones y secuestros, tratando de justificar lo injustificable, con el pretexto de emular a Cataluña y aun superarla, exigiendo por la fuerza todos los privilegios que se les antojan.

Yo he conocido a algunos vascos en Estados Unidos y ellos mismos me decían que no sabían hablar el vascuence, porque era una lengua muy difícil y que no les servía para nada. ¿Para qué lo necesitaban si ya sabían el español, que era su propio idioma? Y alarmantemente algo parecido está pasando, o intentan que pase aquí en Galicia. Tratan de imponer el gallego como idioma primordial sobre el español. Sí señores, el español, que es el auténtico idioma de España, nuestra patria, y de la mayoría de los países latinoamericanos; uno entre los principales idiomas del mundo, y el que estudian en los países que quieren comunicarse con nosotros. Cuando hemos emigrado a otros países, solamente hemos podido comunicarnos con ellos en inglés, francés, alemán o español; para nada en catalán, ni en vascuence, ni en gallego, ni en bable o valenciano, porque ésas no son lenguas oficiales, sino regionales y por lo tanto sólo sirven para la región de la que son oriundas, para nada para los que tienen que salir a buscarse la vida o a hacer turismo fuera de la región.

Nunca, desde los tiempos más remotos, la exigencia de estas lenguas ha sido obligatoria; es más, aún recuerdo que cuando yo era jovencita, en Ourense o en cualquier otra ciudad o villa de Galicia, al oír a alguien hablar en gallego se sonreían y decían: ’Es un paleto de aldea’. Porque entonces, bien o mal hablado, en las ciudades todos hablaban nuestro idioma, o sea, lo que aquí llamamos el castellano; y en las aldeas solamente se hablaba el gallego. Yo siempre hablé el español, porque es el que me enseñaron desde niña, me gusta, y es el de mi propio país y en el que todos me entienden, pero conozco perfectamente el gallego y hasta uno de mis libros lo he escrito en este idioma, pero el verdadero gallego, el que siempre hablaron en los pequeños pueblos aldeanos y no el ’descafeinado’ que hoy los que ’no lo han mamado’ quieren imponernos casi por la fuerza, inventándose ’terminachos’ que nunca existieron, para complicarnos la vida a los que tratan de imponérselo.

Yo amo a Galicia, mi bonita tierra, de la que me siento orgullosa, y amo todo lo que le pertenece, pero en lo que no estoy de acuerdo es en que ’unos cuantos’ quieran obligarnos a aprenderlo y hablarlo, nos lo quieren imponer como si fueran unos caciques con cierta autoridad para obligarnos a ’nadar contra corriente’, como si fuésemos inocentes borregos conducidos a su antojo... ¿Pero qué se han creído? Esto tiene que ser opcional; o sea, que lo estudie y que lo practique el que lo desee; y el obligatorio en todos los establecimientos de enseñanza, como siempre lo ha sido, el nuestro, el español; y si queremos o tenemos que aprender otros idiomas, el más útil para todo es el inglés, o el francés, o el alemán. Estos son idiomas comerciales que se hablan en muchos países y con los que podemos defendernos. ¿Me pueden decir ustedes de qué nos servirían en ellos nuestras lenguas regionales? El español es el idioma de nuestra nación y en él se expresan todos los extranjeros que lo conocen y nos visitan o se quedan en nuestro país.

Contenido patrocinado

stats