Lo que está pasando

Publicado: 03 oct 2008 - 02:00 Actualizado: 11 feb 2014 - 00:00

ELISA ALVAREZ El continente africano, con una monstruosa natalidad sin freno, se vuelca en nuestras costas diariamente Y a hace años que se veía venir. La población mundial año tras año crecía desmesuradamente; las estadísticas eran contundentes; si no se tomaban medidas, si no se atajaba la desmedida natalidad de los países tercermundistas superprolíficos (en la mayoría de los casos a causa de los imnumerables abusos de los hombres que sólo buscan la saciedad de sus apetitos, sin importarles las consecuencias), en el segundo milenio sufriríamos el resultado de este gravísimo problema. El mundo estaría tan sumamente superpoblado, que la crisis sería tremenda; y el hambre, la contaminación, las guerras, el crimen, las mafias y las delincuencias de todo tipo, estarían a la orden del día. Y desgraciadamente lo estamos viviendo. En Europa hemos frenado la natalidad y estábamos estabilizándonos. Pero de pronto todo estalló; fue como un bum... suprimieron las bareras fronterizas y con ellas las obligatorias barreras sanitarias; una invasión por tierra, mar y aire, de todos los países superpoblados. Todos se abalanzaron y se están cayendo aquí, a la búsqueda del euro, para trasladarlo a sus países, de todas las maneras posibles; y día tras día es una invasión tan tremenda, que nos desborda. El continente africano, con una monstruosa natalidad sin freno, se vuelca en nues tras costas diariamente, provocando situaciones insostenibles, y dejando el mar poblado de cadáveres, de las pobres gentes captadas y engañadas por los negreros que se lucran con sus desgracias. La devolución de estos emigrantes a sus países de origen le está costando al Gobierno (o sea a nosotros) ingentes sumas, y con el agravante de que en la mayoría de los casos, esos países no admiten la devolución, como si se tratara de unas ratas indeseables que desechan sin preocuparse de su incierto porvenir; dolorosa carne de mafiosos sin entrañas, que medran como la espuma con su dolor, y la despreocupación de los países que debían perseguir esta clase de delitos, con todo rigor.

De Oriente, sobre todo de China, ese país tan superpoblado, nos ha llovido una avalancha tan grande, que está machacando nuestro pequeño y mediano comercio. Y de los países del Este, ya no se diga... entre ellos hay una gran mayoría de delincuentes de la peor especie; bestias desalmadas que nos roban y masacran con el mayor descaro e impunidad, como piratas en tierra conquistada. De la América latina también ha venido mucho malo; traficantes sin escrúpulos y pandillas de delincuentes indeseables, que se comportan como en terreno conquistado. Y en las grandes ciudades, donde se aposentan la mayoría, le están amargando la vida a las gentes de bien que a duras penas los soportan. Y España se ha vuelto una Babel, en la que todas las sectas, todos los excesos, todos los vicios, todos los abusos y las degeneraciones incontroladas, el menor respeto a nuestras leyes y a nuestras instituciones y autoridades. Todo nos invade y... ¿quién lo controla? ¿Quién es el responsable? ¿Para qué hemos ido a las urnas? Resultado: esta tremenda crisis que día a día va en aumento... ¿Qué se está haciendo para remediarla? A los que ya se han forrado ¿qué les importa? Pero al resto de los españoles que aguantamos el ‘marrón’, después de tantas falsas promesas, tantas palmaditas en la espalda ‘pre-urnas’, y tantas mentiras... ¿qué nos espera? Porque, aunque yo no soy clarividente, veo un horizonte muy negro... ¿Cómo lo ven ustedes?

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