La película que no soporto

Vale. Tras escribir este título me siento como mi querido, admirado y odiado Carlos Boyero. A ver. Intentaré explicarme.

Aunque soy muy cinéfilo hay géneros que no soporto y nunca veo por definición.

No soporto por ejemplo el gore, ni las películas de crímenes o muertes, ni la estética gótica, ni el terror, ni esas películas de explosiones y disparos de principio a fin. Por buenas que sean, que las hay buenísimas.

Me gusta otro cine. Las películas de intriga, de abogados, periodistas, políticos. Como “Anatomía de un Asesinato”, “Tempestad sobre Washington”, “Matar a un ruiseñor”, o “Calumnia”. Y puestos en plan más moderno 13 días, “Spotlight” y algunas otras más.

Me gustan Woody Allen y Clint Eastwood. Me gusta Robert Redford. Y Alfonso Cuarón, Campanella y Paolo Sorrentino. Me gusta la ciencia ficción y la fantasía. Pero hay algunas cosas, estilos y géneros que como señalé más arriba no me gustan nada.

O sea que como todo el mundo tengo mis amores, odios y manías.

Hay una película clásica que odio especialmente con todo mi ser: “El motín de la Bounty”.

He visto esa película alguna vez entera hace mucho tiempo, pero desde hace años no la aguanto. Y la culpa de todo la tiene la primera escena. Cuando la ponen por la tele y la pillo zapeando por casualidad, a los dos minutos la dejo y me voy a otra cosa. Esa primera escena me resulta tan insultante que tengo que cambiar de canal de inmediato.

Un jardinero de Kiev Gardens, los jardines reales ingleses, embarca en la Bounty y tiene una conversación con unos marineros del buque. Ellos se burlan de él porque es jardinero. Este les explica que se embarca en ese viaje para intentar hacerse, por orden del rey, con unos esquejes o plantones del árbol del pan y llevarlos a Inglaterra. Los marineros se cachondean ¿es que hay un árbol que da pan? El jardinero les enseña unas ilustraciones y les explica que quizá ese árbol pueda incluso sustituir al trigo. Los marineros, que son unos ignorantes, se burlan aún más diciéndole que ese árbol no existe. Entonces el jardinero les dice: “Señores, tampoco se creía que existiera la patata hasta que sir Francis Drake la trajo a Europa”.

Pues bien. Este es el momento apenas iniciada la película en que yo le doy al mando, cambio de canal y me quedo sin verla.

¡Menudo morro estos ingleses! ¿Sir Francis Drake el pirata trajo la patata a Europa? ¡Anda ya! Lo único que trajo no a Europa sino a Inglaterra Francis Drake fue el oro y la plata que le arrebató a los galeones españoles, que por cierto eran tan ladrones como él. Pero la patata no. Ni el tomate. Ni el pimiento. Todo eso lo trajo Colón, y no a Europa sino a Castilla.

Después, mucho después esos alimentos llegarían a Europa y entonces los italianos podrían por fin inventar los ñoquis y la pizza.