Reforma imposible

Si la solución a un problema es la reforma de la Constitución quien la formula no quiere resolverlo. Que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, apunte que esa es la solución para lograr la formación de gobierno para salir del “impasse” que se produce por segunda vez es una “boutade”. Los resultados electorales dan para muchas lecturas pero la más normal es la de que los ciudadanos han apostado por un gobierno de coalición.

La ley electoral puede cambiarse si reúne los votos necesarios, pero la actual ha servido para un roto y para un descosido, ha permitido la alternancia de los dos principales partidos, ha dado participación a los nacionalistas en ocasiones y otras les ha dejado sin papel relevante. O sea que esa no es la cuestión. Se puede discutir si la estrategia seguida por el líder socialista hasta el momento es adecuada o no, presionando a derecha e izquierda . Lo que no es de recibo es tirar por elevación y proponer una medida que no saldrá adelante porque ni tan siquiera hay acuerdo sobre el modelo electoral a seguir, en lugar de ponerse a trabajar para generar acuerdos.