Los rojos que eran (viejos) verdes

Pintores como Tiziano o Correggio llevaron a sus lienzos el momento en el que Jesucristo rechaza que María Magdalena le roce porque, aunque resucitado, todavía “no ha llegado al encuentro con el Padre” y nadie debe contaminar la pureza del momento celestial. La obra se llama “Noli me tangere”, algo así como “No me toques”. De un tiempo a esta parte señoros de la política, confusos por creer que el poder se demuestra en el tálamo, han escuchado a su bragueta desabrochada, con el desparpajo de quien celebra una jornada de puertas abiertas. El PSOE se ve plagado de sátiros, que lo mismo acompañaban al dios Dioniso en las bacanales que perseguían a las ninfas hasta rendirlas. El partido de los rojos está siendo el de los (viejos) verdes. Los casos de hormonas desatadas agrumaron también en Galicia. El modus operandi es siempre el mismo: favor (casi siempre sexual) con favor se paga (recompensa de diferente lustre). Algunas mujeres así tratadas han denunciado los excesos en los órganos de dirección del partido, que en muchas situaciones han hecho lo que el banco cuando le pides que te aclare un cargo de comisiones en la cuenta, ignorarte. Los guardianes de la moral feminista tienen en los suyos a su principal enemigo. De nuevo le han quitado el tapón al florete y se batirán con sangre cualquier neblinosa mañana. Las mujeres víctimas han quedado abandonadas a su suerte, allá ellas cómo gestionan sus secuelas, lo mollar es hincarle el diente al rival que cohabita bajo las mismas siglas. Al PSOE gallego y ourensano ya le da igual que esté en el trono Xosé Ramón Gómez Besteiro, que los señalados por los casos de acoso sexual o laboral sean el lucense José Tomé, el ourensano Xosé Carlos Valcárcel o la alcaldesa de A Coruña Inés Rey. Lo importante es el fuego amigo, acabar con la especie. Compañero, serás compañero, eres un cabrón de compañero. Esto va de ‘quítate tú para ponerme yo’; luego ya veremos qué hacemos con las supuestas acosadas. Noli me tangere: que nadie toque a los socialistas. Dice la Biblia que María Magdalena fue la primera en ver a Jesús resucitado, pero a estos no los resucita ni Dios.

El enemigo se está frotando las manos

Las habituales luchas internas del PSOE han priorizado velar sus armas antes que atender a las víctimas

Napoleón carga con la autoría de la siguiente frase: “Cuando el enemigo se equivoca, no le distraigas”. El PSOE ourensano de nuevo se arma hasta los dientes porque han divisado al enemigo. ¿Y quién es el rival de los socialistas? Otro socialista. Sin combustible en el tren de la película de Los Hermanos Marx en el Oeste, Groucho decide despedazar los vagones para alimentar la caldera de la locomotora. “Más madera, es la guerra”, decía. Los socialistas se hacen astillas entre ellos. La provincia, pero sobre todo la ciudad, necesita cabezas capaces de demostrar que están en la política para algo más que para darse de garrotazos como los gañanes que pintó Goya. Las alternativas, las ideas, la conexión con la realidad quedan supeditadas al guerracivilismo que diezma la credibilidad socialista en Ourense. Sus rivales, felices, campan a sus anchas, convertidos en Napoleón sin merecerlo.

Presume de que a él nadie le tose

Los socialistas se desgastan dándose de garrotazos en vez de convencer de que son útiles para todo lo demás

Un adolescente australiano llamado Richard Simpkin consiguió sacarse fotos con más de 400 famosos de las más variadas disciplinas, antes de que la tecnología crease sucedáneos con la Inteligencia Artificial. En días pasados un grupo de socialistas ourensanos se hacían selfies con Abel Cabellero, alcalde de Vigo, de visita por las tierras de Auria. El fenómeno fan antes se evidenciaba con los cromos de artistas o futbolistas cubriendo la carpeta o la mochila. Ahora buscando me gustas en las redes sociales. Caballero, gustándose, proclamó que a él “nadie le tose”. Otro Noli me tangere. El auditorio del socialismo local escuchaba al regidor vigués con la misma fe con la que los creyentes adoran la Sábana Santa de Turín. Emplazó a aprovechar “la relación sociológica existente entre Ourense y Vigo”, merced a los 70.000 aborígenes del interior que han ido a ver el mar y no han vuelto. Instó a sus compañeros de partido a superar las fronteras provinciales y trabajar conjuntamente. Abel Caballero fue ponente de Foro La Región en septiembre del 2019 y ya entonces alertó: “Es difícil encontrar dos ciudades con tanto engarce como Vigo y Ourense, es muy difícil encontrar dos ciudades en las que la sensación de coincidencia y marcha conjunta sea tan importante como la de Vigo y Ourense”. Y añadió: “Cuando el alcalde de Vigo viene a Ourense, la gente de Vigo se alegra. Hay que llevarlo más allá, al vínculo de la economía, unirnos pero también a través de la política”. Pero esto venía de viejo. En otro Foro La Región, esta vez en abril del 2016 lamentaba que sea “difícil entender que entre Vigo y Ourense no haya muchas más sinergias políticas, con independencia de los colores, los ciudadanos esperan esa relación”. Nada que reprochar a Caballero, tampoco es fácil entenderse con un alcalde como el de Ourense, atrabiliario hasta para lo más convencional. Tampoco es que en el socialismo ourensano se hayan tendido puentes ni en esa ni en otra dirección. Tal vez cuando acaben sus continuas batallas, entierren a sus muertos en la fosa común, piensen en algo así. Los liderazgos se construyen de forma diferente a la que creen en el PSOE ourensano. Ni sacándose fotos con los líderes, ni haciéndoles la rosca, ni pidiéndoles que se vayan porque la cagan en los casos de acoso. Solo Caballero puede decir que no hay nadie que le tosa o Noli me tangere.

La senda del barbaña, también acto social

Mira tú lo pintona que ha quedado la pasarela del Barbaña y, ya se paso, lo lustrosa que se prepara la senda de este río, maldito durante décadas. Mira tú como el plácido paseo permite también ver que tras la corbata de la ciudad hay ropa sucia en muchos lugares que atraviesa el paseo. Mira tú como la Xunta ha puesto de lo suyo para que los lamparones se disimulen con soluciones estéticas mientras en el Concello se dejan querer por una administración que le saca las castañas del fuego con la reserva de la crítica mordaz y la deslealtad institucional. Mira tú como las obras de la citada pasarela convocaron también a un gran contingente de turiferarios del PP que acompañaban a la conselleira en la visita, que no acto de inauguración. Mira tú como florecen los gregarios que se especializan en portear conselleiros y otros cargos en todos los actos que presiden para esperar a la foto y pirarse raudos cuando los focos se apagan, Mira tú.