José Antonio Constenla
Defensa de la Democracia en tiempos de amnesia
Eso es lo que quisiera que me aclararan los políticos. Porque yo creo que a las urnas se va para elegir a la persona más capacitada para dirigir, encauzar y velar por nuestro bienestar y derechos como ciudadanos de una nación. Y el líder que se presente con la esperanza de ser elegido, tendría que estar suficientemente preparado y a la altura necesaria en todos los aspectos, y perfectamente impuesto de los deberes y responsabilidades que le conciernen. Porque hoy entiendo que gobernar una nación, no es solamente discursear sobre lo que se le ocurre; hacer innumerables e infundadas promesas que no va a cumplir; posar sonriente en todas partes; viajar por todo el planeta gratis y con buenas dietas; saltarse a la torera de las leyes en beneficio... ¿de quién? etcétera, etcétera. Y todo lo que tiene que ser primordial, como la correcta administración de todo lo concerniente al bienestar público y social, y al progreso de la nación que le han encomendado, relegado a segundo término, por no decir desechado al cesto de los papeles.
Así estamos con el agua al cuello y nadando en la abundancia de: inflación escandalosa de todo lo más esencial para la vida, comenzando por los combustibles y comestibles; paro sobrecogedor; pensiones que van muy por abajo de la inflación, y que no alcanzan ni por asomo para afrontar el desorbitado costo de todo lo más necesario; hipotecas e impuestos desorbitados; paraíso de la delincuencia y las mafias de todo tipo; desprotección absoluta de los ciudadanos, que ni siquiera tienen derecho a autoprotegerse. Ya ni siquiera las huelgas de camioneros, flota pesquera, etcétera..., sirven para nada; ni se las oye; solamente para que los reyes del oro negro suban aún más los barriles de petróleo, como burlándose de los huelguistas y de sus ineptos gobernantes. Y suma y sigue... ¿Y a esto le llaman gobernar? Yo diría más bien, gobernarse a sí mismos, y dedicarse solamente a politiquear y alardear de lo que no hacen. Y mentir, mentir, mentir. Hace... no sé cuanto, yo había escrito otro artículo sobre este barco a la deriva que es nuestro país. Y desgraciadamente desde entonces, este barco no ha llegado a puerto, sino que por el contrario cada vez pierde más el rumbo, y es un caos; escorado y haciendo aguas por todas partes. Sus pasajeros sienten continuamente la oscilación y el embate de las olas bajo sus pies; la mayoría no aciertan a sostenerse en equilibrio, vacilando angustiados por la inestabilidad presente y desesperando por el negro porvenir que tienen a la vista...
¿Es que no hay un capitán responsable que sepa manejar el timón con eficacia?
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
PLAN PROVINCIAL DE LECTURA
La campaña provincial de lectura deja 261.000 euros en las librerías de Ourense