El PP vuelve por sus fueros criticando otra vez a Pedro Sánchez por el uso del Falcon o de un helicóptero, medios que están a disposición del Gobierno del estado sea este el de Sánchez, Rajoy, Zapatero, Aznar, o el que toque en cada momento. Todos vimos a Rajoy a punto de palmarla una vez, ¿dónde? en un helicóptero.
Pero no es extraño. El PP criticaría a Sánchez por desayunar Kellogs o por desayunar pantomaca. El caso es criticar.
Como el tema del Falcon es recurrente voy a recordar aquí unos artículos de hace tiempo sobre este asunto, que me llamaron la atención entonces. Eran artículos escritos y publicados en la prensa por expertos en seguridad cuyos nombres obviamente ya no sé, porque no eran personas conocidas sino técnicos y especialistas, algunos con un amplio currículum de servicios en seguridad para distintos gobiernos, nuestros y de otros países.
Concretamente recordaré uno muy revelador por sus reflexiones precisamente acerca de este asunto, el uso del Falcon, algo que los de a pie generalmente ni sabemos ni entendemos bien ya que tendemos a pensar que el Falcon es un gasto excesivo y que el presidente podría ir tranquilamente en tren como cualquier ciudadano.
Pues bien, el autor de aquel artículo explicaba en detalle la logística que supone que el presidente del gobierno se suba a un AVE en Atocha para ir a Sants en Barcelona, en lugar de ir en el Falcon. Aquí van algunos datos brevemente.
Lo primero empieza varios días antes del viaje. Decenas, cientos de policías, bomberos, especialistas, planificadores, analistas, investigadores, etc., tienen que tomar la estación de Atocha y sus alrededores, controlar cada esquina, cada edificio, cada calle, cada piso. Registrar cada alcantarilla, sellarlas y mantener todo vigilado. Desplegar personal de seguridad en toda la estación, el perímetro y a veces también en edificios cercanos. Y controlar a todos los viajeros del tren uno por uno, con el perjuicio que supone eso para los ciudadanos.
Lo segundo es que el presidente, el nuestro o el que sea salvo que sea el uruguayo José Mújica, no va a ocupar un asiento normal, sino que necesita un vagón entero para él, sus asesores y su servicio de seguridad. Y puede que otro para periodistas.
Lo tercero es que esa operación de Atocha hay que hacerla en cada una de las paradas del AVE hasta Sants, y creo que son diez. Y también hay que hacerla, claro está, en Sants.
Lo cuarto. Los traslados en las estaciones de origen y destino también requieren un despliegue logístico muy costoso en coches, personal, control y seguridad, ya que el presidente no va a salir con su trolley al andén él solito como hacemos todos. Y además entre ida, vuelta, y unas cosas y otras el viaje le llevaría nueve o diez horas, y con el avión lo arregla en tres.
Conclusión: sale más barato el Falcon.
Pero eso el PP ya lo sabe.
