Opinión

Lectores adictos

Mi hermano, que es una voz autorizada en literatura infantil y juvenil, ha escrito recientemente un artículo estupendo titulado “Libros valiosos, lectores de calidad”, muy interesante. No estoy haciéndole publicidad ya que él no la necesita. Disculpen ustedes.

En ese artículo él reflexiona sobre las lecturas que deben dar a los niños sus educadores y padres. O sobre las lecturas que esos niños eligen por sí mismos, que esa es otra historia... quizá más interesante.

El asunto es si te gusta leer y te aficionas de niño, y cuáles son las lecturas adecuadas según tu edad, tus inclinaciones, aspiraciones o sueños. Y el tema del artículo viene a cuento de informes y estadísticas que mi hermano, minucioso como es él, cita en detalle y revelan que hoy el hábito de la lectura decae hasta proporciones alarmantes al llegar a la adolescencia, aunque esos adolescentes hayan sido buenos lectores de niños. Yo estoy seguro de que el puto wasap, la puta televisión y el puto internet (perdones ustedes estas palabras pero están en el diccionario como las otras) tienen mucho que ver con eso.

El caso es que el artículo me ha hecho acordarme de mi mismo de niño leyendo bajo las sábanas con doce años en mi casa de la calle Curros Enríquez de Ourense, a escondidas, una novela de Julio Verne con una pequeña linterna que convertía mi cama en una blanca tienda de campaña de luz, que me iluminaba también a mí como si yo hubiera sido bendecido por las alturas.

Y rememorando eso pienso que cuando tenía aquella edad si en lugar de “La isla misteriosa” o “Viaje al centro de la Tierra” me hubieran puesto en las manos “Querelle de Brest” de Genet, “Lolita” de Nabokov, “La Virgen de los sicarios” de Fernando Vallejo, o “El Aleph” de Borges, los hubiera leído con la misma fruición y con la misma linterna, aunque sin entender nada. De hecho creo que a esa edad, los doce años, incluso “La isla misteriosa” es ininteligible.

¿Por qué leemos? No lo sé. Pero si como apuntó Nietzche “la vida sin música sería un error”, yo creo que la vida sin lectura sería un error.

La lectura es una adicción como el alcoholismo, la coca, la morfina... Yo, que soy poliadicto lo sé bien. Vale, actualmente solo soy adicto al tabaco, es una tontería, pero la lectura es una adicción. Necesitas dosis y si no las tienes te mueres o crees que te mueres. Yo tengo que tener unos cuantos paquetes de tabaco en casa en un cajón, aunque sé que no los voy a consumir en los próximos días. Con las mismas tengo dos mil libros en la biblioteca que sé que no voy a releer nunca.

Ignoro que convierte a un niño en un adulto lector, pero creo que es la pura adicción. Te lo metes en vena un día, y otro día, y otro, y años después descubres que ya no puedes parar.

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