“En Euskadi el peligro de incendios empieza ahora”

Bomberos del País Vasco han participado durante la última semana en la base de Toén en un programa avanzado de la Xunta, concebido para fortalecer las interrelaciones entre operativos de diferentes comunidades. El objetivo de estas jornadas no es otro que compartir conocimiento táctico, generar sinergias y consolidar una respuesta conjunta más eficaz ante futuros incendios, transformando la experiencia acumulada en preparación. El contingente vasco llegó el miércoles y concluyó su estancia formativa ayer.

La instrucción del operativo se centró en aspectos de alto valor técnico. La comitiva visitó la base de la brigada helitransportada de Toén para asimilar maniobras complejas relacionadas con el uso de aeronaves en condiciones adversas. Previamente, la formación se había desplazado a la provincia de Lugo para profundizar en el conocimiento de los batracios, consideradas una de las unidades más punteras del dispositivo gallego gracias a su polivalencia, al integrar en un mismo equipo un tractor, una cisterna y una trituradora multifunción.

El plan didáctico alcanzó su punto culminante con una jornada de análisis técnico de incendios forestales, que incluyó el estudio sobre el terreno de los efectos del fuego de Oímbra. Este incendio fue seleccionado por su extraordinaria complejidad y las condiciones únicas que presentó entre los que devastaron la provincia. La elección de este escenario aportó un contexto real y de rigor a la formación.

Al frente del operativo vasco se encuentra Carlos Uriagereka, jefe de servicio de montes de la Diputación Foral de Bizkaia, quien califica la experiencia como éxito rotundo. “Hemos podido conocer a fondo el operativo gallego. Nos llevamos una visión muy completa de su metodología de trabajo y su estructura de mando”, explica, validando la utilidad del programa.

Uriagereka identifica diferencias de escala que, lejos de ser un obstáculo, considera una oportunidad estratégica. “Solo la provincia de Ourense es tres veces mayor que todo el territorio que gestionamos. Aquí hablamos de 3.000 efectivos frente a nuestros 500, pero lo crucial es que nuestros calendarios de riesgo son complementarios. Allí el peligro se concentra entre septiembre y abril; aquí es estival. Esto abre una ventana clara a la ayuda mutua”.

Otro de los miembros de la expedición, Aitor Omar, quiso destacar la “profunda generosidad del dispositivo gallego” por la calidad de la acogida en un momento tan complicado y reciente a la ola de fuegos. Asimismo, valoró de forma muy positiva la densidad del plan formativo ofrecido, calificándolo de “excepcional y perfectamente estructurado”.

Como principal lección, el equipo vasco destaca la extraordinaria capacidad del operativo gallego para la movilización de recursos y, sobre todo, para ejecutar relevos de efectivos de forma sostenida en intervenciones que se prolongan días.