Un poblado abandonado de Iberdrola en el río Bibey, camino de ser complejo turístico

Imagen del pueblo a la orilla del río Bao. (Foto: Rosa Veiga)
La iglesia, cine y cuatro viviendas de los ingenieros que construyeron la presa de O Bao, en el río Bibei a su paso por Manzaneda, acogerán pronto un albergue para familias, aula de yoga y actividades de turismo de naturaleza, indicó su actual propietario Eduardo Díaz, si logra 'superar todas las trabas administrativas'.
Díaz, trabajador de una empresa telefónica vecino de Barcelona y descubrió el cañón del río Bibei, de 40 kilómetros de longitud y único en Galicia, hace algo más de diez años en una excursión con un grupo de doce amigos que pretendían llegar a Cabeza de Manzaneda.

Pese a ir acompañados por dos monitores, algunos integrantes se perdieron y acabaron bordeando el embalse del río Bibei en O Bao hasta llegar a la presa rematada en 1958 y al viejo poblado construído por la empresa 'Saltos do Sil' en 1956 para albergar a peones, en casetas de madera, y a ingenieros en edificios de piedra 'con tipología arquitectónica del País Vasco', agregó.

'Me quedé enamorado del lugar, situado justo enfrente de la presa y decidí iniciar los trámites para comprar el poblado', dijo.

Los trámites se alargaron seis años, ya que el poblado cambió de propietario y pasó de la empresa 'Saltos do Sil' a 'Iberduero', y finalmente a 'Iberdrola', pero tardó meses en encontrar a un interlocutor para su compra 'y por suerte ocurrió justo cuando la empresa se deshacía de parte de su patrimonio abandonado', añadió.

Durante el proceso, Díaz hizo constantes viajes al viejo poblado, situado frente a la aldea de O Bao, y conoció, por los vecinos, la historia de los edificios entre ellos un cine al que los empleados de la presa y los vecinos de la comarca acudían los fines de semana 'para ver la película que traía un motorista, que además llevaba por todas las centrales hidroeléctricas un proyector portátil'.

También hay una iglesia 'peculiar' de arquitectura modernista con cubierta de cemento en forma de cilindro arrugado, justo al pie de la presa de O Bao, que Díaz pretende convertir en aula de yoga y de conferencias.

Todo el recinto cuenta con numerosos árboles ornamentales plantados hace medio siglo y varios edificios donde vivían los ingenieros de la presa, que posteriormente, en la década de 1970, pasaron a albergar en verano a los directivos y sus familias.

Díaz adaptará una de las viviendas para domicilio propio y los otros cuatro edificios de piedra comenzará a alquilarlos en los próximos meses a visitantes de Santander, Madrid o Andalucía que ya le han contactado para reservar.

A pesar de estar al pie de una presa, a menos de diez metros, el suministro de electricidad para las viviendas se efectuará mediante placas solares 'porque hasta ahora fue imposible contratar el suministro eléctrico convencional, ya que Iberdrola sólo produce electricidad y asegura que no puede abastecerme', comentó Díaz.

La empresa suministradora Fenosa le propuso cobra 24.000 euros para instalarle el cable de suministro desde la vecina aldea de O Bao, por lo que presentó una reclamación.

Su proyecto de complejo turístico en plena naturaleza afronta otras dificultades como la de no poder instalar un cámping porque los edificios que adquirió tienen más de dos pisos de altura, o la de no poder explotar la zona para el denominado 'turismo rural', porque el poblado es posterior a 1940.

'Estoy convencido de instalar un complejo turístico para el que ya tengo autorización, y comenzaré por alquilar los edificios en los próximos meses y luego ir transformándolos en una granja-escuela con albergue para familias y niños que quieran pasar unos días en contacto con animales domésticos y exóticos en este entorno único', agregó.

El poblado rehabilitado es uno de los más de doce de la cuenca del río Bibei, un afluente del Sil, edificados para la construcción de las dieciséis presas que aprovechan el desnivel del caudal para la producción de electricidad.

Te puede interesar