La fibromialgia es un auténtico calvario

Hoy se celebra el día mundial de la Fibromialgia y la frase "La vida con fibromialgia es un autentico calvario y un infierno", lo dice un reumatólogo jefe de una de las pocas unidades que hay en España especialistas en fibromialgia; con esta frase se resume lo que es esta enfermedad para las personas que la padecen. No todos los profesionales de sanidad tienen la misma opinión puesto que hay médicos que incluso dicen que no existe tal enfermedad. Para estos profesionales, yo como afectada, no les desearía que la padecieran pero sí que tuvieran que vivir con ella sólo una semana para que se dieran cuenta de lo difícil que es soportar el dolor, el cansancio, la rigidez y lo limitado que estás en tu vida diaria.

Pero también, por suerte, existen profesionales que la valoran, la apoyan y colaboran en la investigación para poder encontrar algún fármaco eficaz para el tratamiento de esta dolencia puesto que a día de hoy no hay un tratamiento eficaz y no tiene cura. Gracias a todos los profesionales que apoyan y atienden a los afectados por la fibromialgia de una forma integral en todos los aspectos, físico, emocional y apoyos psicológicos, porque la misma enfermedad no se manifiesta de la misma forma, cada paciente es diferente y los síntomas, la aceptación de la enfermedad y la respuesta emocional al cambio que se produce a nivel físico y psicológico se produce y se acepta de manera distinta.

Para un enfermo cada día es un reto, nunca sabes cómo te vas a levantar, cada día es diferente, tanto a nivel físico como emocional. En esta enfermedad el apoyo y la comprensión de los seres queridos son fundamentales, es tan incomprendida y poco valorada que la frustración aún es mayor porque te sientes impotente ante todo lo que trae consigo. Para cada enfermo es una lucha constante, una lucha que acaba minando y agotando todas las posibilidades de una vida mejor, ver que no mejoras, que la sociedad y la administración no te apoyan, terminas perdiendo toda esperanza y es mucho más difícil afrontar el día a día, acabar sin recursos, con la posibilidad de perder tu trabajo y con la sensación de no sentirte útil para tu familia que vive a tu lado y ve todas tus limitaciones.