Los aranceles de Trump y el fracaso de Europa

No es de extrañar que la repugnancia que inspira en las mujeres el misógino presidente de EE.UU, a quien se le atribuye la frase: “Si eres rico o famoso las mujeres se dejan agarrar la fitta”, haya limitado la capacidad negociadora de Úrsula von de Leyden presidenta de la Comisión Europea, que fue vergonzosamente sometida por el ímpetu y la arrogancia del neofascista Donald Trump, en las negociaciones sobre los aranceles, que unilateralmente decidió aplicar a la UE el “oligarca” neoyorkino: un 15% de aumento arancelario y la inversión obligatoria de 600,000 millones en el mercado estadounidense en tres años (hasta 2028).

Los 27 son incapaces de oponerse a las veleidades del grosero presidente de U.S.A, que les impone aranceles que benefician exclusivamente los intereses de la economía norteamericana.

Los dirigentes del viejo continente son ahora conscientes de que Europa ha fracasado como Unidad Política de Soberanía Compartida. Siendo en realidad una colonia del, hasta ahora, protector tío Sam. Los 27 son incapaces de oponerse a las veleidades del grosero presidente de U.S.A, que les impone aranceles que benefician exclusivamente los intereses de la economía norteamericana. La evidencia de debilidad de la UE queda reflejada en el rostro de Úrsula (faz crispada y atemorizada), criticada por todos los círculos de opinión, especialmente por el presidente Francés Emmanuel Macrón (manipulador fracasado). Las amenazas de desestabilización se acentúan desde que la Democracia europea pierde terreno en beneficio de las teorías totalitarias de los partidos de extrema derecha

Los aranceles que, el inestable gerontógrata, utiliza como elementos de persuasión contra aliados y adversarios, acabarán por modificar el mapa político y económico del mundo, aunque probablemente el país americano será el que sufra más conflictos e inestabilidad, tanto en el exterior como en el interior.

La historia nos recuerda el intento del Reino de Gran Bretaña de imponer la “Ley del Té” (Tea Act), promulgada en 1773, que permitía a la Compañía Británica de las Indias Orientales vender té en las Trece colonias de América del Norte, sin pagar impuestos; lo que desencadenó en Boston el motín del te; el conflicto finalizó con la independencia de EE.UU.

¿Cuál es la solución para Europa recupere la cohesión que le permita liderar en mundo el cumplimiento de los derechos humanos? Recordemos a Jean Monnet, político y asesor económico francés, que en 1950 fue el principal impulsor de la idea de una Comunidad supranacional (Declaración Schuman) para gestionar a producción del carbón y acero de Francia y Alemania. Esta Declaración y otras posteriores serían el punto de partida para alcanzar “Los Estados Unidos de Europa” (como pretendía Monnet), pero el tiempo ha demostrado que era una utopía, desde el instante en que Francia y los Países Bajos (Holanda) votaron en contra del proyecto de Constitución Europea (el tratado de Lisboa, es el documento que sustituye a la fracasada Constitución y ha demostrado que carece de valor político.

Pero no olvidemos que existe China y asoma la cabeza la espiritual India. La mezcla de Ashrarn hindú con Huawei chino es la mezcla preferida por Pedro Sánchez. A. Núñez Feijoo opta por invitar a Trump a compartir una copa de albariño con Santiago Abascal. El trío gana a pareja.