El club de fans

OPINIÓN

Publicado: 17 oct 2025 - 00:40

Opinión en La Región
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Supongo que, después de esta entrevista, Jordi Sevilla ingresará oficialmente en la fachosfera, en la extrema derecha, junto a Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Leguina, Francisco Vázquez, el recientemente fallecido Javier Lambán, Miguel Bosé, Joaquín Sabina, Javier Cercas, Antonio Resines, y cualquiera de los muchos que han osado objetar algo sobre el modo en que dirige los destinos de España y del PSOE el ínclito presidente Sánchez.

Tengo para mí que, con el paso de los años, lo de Sánchez no se estudiará solo como la gran traición a España

Sin embargo, lo primero que ha expuesto Jordi Sevilla en la presentación del informe “Invertir en el Mediterráneo” es que España está de moda entre los inversores. Ocurre que a continuación ha insinuado que esto no es tanto gracias al Gobierno de su partido, sino más bien a pesar de él. No parece una opinión subjetiva, sino un hecho constatable, y es fácil escucharlo en privado en círculos empresariales.

La tesis resulta de interés. Sevilla asegura que vivimos un desacople entre la evolución de la economía y la situación política, algo que, según el político, ya habría ocurrido años atrás en Italia. Es como si parte de la gran actividad económica estuviera decidida a avanzar por su camino dándole la espalda al Gobierno, al que dejan de lado por imposible. Como saben que no podrán contar con el Consejo de Ministros para nada, tan solo le suplican que no molesten. Pero molestan. Y lo que viene a denunciar el exministro es claro: el desprestigio de las instituciones, pervertidas hasta la náusea por Pedro Sánchez para su beneficio personal, pone en riesgo inminente la bonanza de inversores extranjeros en España.

No es el único cambio de ruta que propone el informe, que también menciona la necesidad de reducir las trabas burocráticas a las empresas –nada más y nada menos que 27,7 horas mensuales dedican las pymes a trámites burocráticos- o armonizar leyes y regulaciones entre regiones para facilitar la expansión de negocios.

Con todo, más allá del estudio, Jordi Sevilla se ha cansado de medias tintas al calificar al gobierno de su propio partido, liberado ya de sus compromisos políticos tras su dimisión en la presidencia de Red Eléctrica en 2020, después de pelearse con Teresa Ribera por su lamentable gestión de la transición energética. Así, ahora denuncia que Sánchez mantiene secuestrado al PSOE y lo ha convertido en su propio club de fans, y pide al partido que permita la constitución de un corriente socialdemócrata que sustituya a los actuales palmeros acríticos del sanchismo, y que limite la concentración de poder que hoy tiene el secretario general. Por supuesto, Sevilla sabe que el Emperador de La Moncloa no va a concederle ninguna de estas peticiones, que ascenderá puestos en su lista negra de enemigos, y que en WhatsApp privados pasará a llamarle “hipócrita” y “petardo” como a Lambán y a Vara.

El exministro ha comprado aquel célebre discurso de Felipe González (“Estoy más de acuerdo con Sánchez que él consigo mismo”), y critica con dureza el despotismo con el que el presidente ha venido haciendo todo aquello que dijo que nunca haría, sin perder ni un instante en justificar su cambio de posición, sino simplemente imponiéndolo, y a menudo desmintiéndose a sí mismo sin rubor alguno.

La censura de Sevilla a Sánchez no es la de cualquiera. El exministro de Zapatero formó, con Antonio Hernando, Rodolfo Ares, y José Enrique Serrano, aquel equipo moderado que buscó acuerdos en 2016 para llevar al actual presidente a La Moncloa, además de encargarse del programa económico del PSOE en las elecciones de 2015 y 2016 por encargo directo de Sánchez, antes de que el hombre del Falcon decidiera que la política económica de España quedara en manos de los ministros comunistas y de los líderes secesionistas.

Tengo para mí que, con el paso de los años, lo de Sánchez no se estudiará solo como la gran traición a España. Se estudiará ante todo como la gran traición al PSOE. Y lo estudiarán los herederos de las tesis de Jordi Sevilla.

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