Rafael Dávila Álvarez
Non plus ultra
MUJERES
Con la generosidad de que hacen gala Carmen y Paco, celebraron una comida para la familia y los amigos. Carmen y Paco siempre están como puede decirse en términos taurinos, “al quite” de todo lo que se necesita a nivel personal y general. Son personas estupendas. En esa casa, que es como un Paraíso terrenal, estaban Timo, Lourdes, Luis, Suso, Gloria, Marta, Fernando con sus ricas tartas, e Ignacio. Y con el buen humor acostumbrado, pasamos un día feliz en la frescura de un comedor de piedra que impide el calor inmisericorde que hemos padecido estos días pasados, y que no sé si seguiremos padeciendo.
La magia de Carmen en la cocina es muy importante y apreciada por los que prueban sus menús en los que a veces ayuda Paco. De hecho, Carmen tiene un diploma que da fe de sus artes culinarias.
Es verano, pero echamos de menos a Carlos, Jorge y Cristina, Rosita, Julio, Beni, Luis, Don Paco, Alejandra, Belén, Ana y José Luis. Disculpen que no ponga apellidos, porque el espacio no da para más. Antes había venido Pepe, pero marchó pronto sin probar el menú suculento y generoso que había sobre la mesa, que alivió de alguna forma el vacío presente de los ausentes. La magia de Carmen en la cocina es muy importante y apreciada por los que prueban sus menús en los que a veces ayuda Paco. De hecho, Carmen tiene un diploma que da fe de sus artes culinarias. Cada domingo con su talento de chef, ofrece auténticas delicias a sus comensales. Luego están los vinos de Paco, con los que riega, siempre atento, aquello que se degusta. Más tarde, a la hora del café, se integraron al grupo, Antonio, Virginia, Rut y Alejandro, estos últimos con sus respectivas parejas, pero marcharon pronto. Y no faltaron los amigos de toda la vida, Mary y José Luis. Allí cada uno hablaba de sus cosas, o sea, de todo lo que concierne a la vida, los problemas del momento por los que pasa el mundo, que nunca faltan, opiniones sobre lo divino y lo humano. Risas y palabras.
Adoro las palabras, sobre todo las que inspiran solidaridad, amistad, cariño y respeto. Y es lo que se encuentra allí. Por cierto, en casa de Alejandra, anidaron petirrojos, pero también en casa de Carmen y Paco. En ellas Instalaron sus nidos y en ellas nacieron sus polluelos. Maravillas de la naturaleza. ¿Se puede decir más? Sí, decir con todo mi corazón, que siento dolor, rabia y pena inmensa, por los incendios habidos, por las preciosas vidas humanas perdidas, por la flora y los animalitos carbonizados, y por la gente que ve destruir sus casas, sus recuerdos e historia.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Rafael Dávila Álvarez
Non plus ultra
Xose A. Perozo
PENSAR POR PENSAR
Feijóo e Sánchez no espello extremeño
Chito Rivas
PINGAS DE ORBALLO
A feira política
Manuel Orío
La tregua de Navidad
Lo último
RENOVACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS
La Xunta licita la última fase de la autovía Nadela-Sarria, con obras previstas para el segundo semestre de 2026
FOMENTO DE LA LECTURA
El plan de lectura de la Diputación de Ourense factura más de 280.000 euros en 2025
DIVERSIÓN EN LA ESTACIÓN DE MONTAÑA
Manzaneda vive una jornada festiva de nieve, sol y esquiadores