Merry Christmas

TINTA DE VERANO

Publicado: 24 dic 2025 - 03:10

Opinión en La Región
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Coincide la publicación de esta columna con la Nochebuena, así que tal vez lo mejor sea dejarse llevar por el espíritu navideño que ronda estos días por medio mundo, incluida nuestra ciudad, engalanada al efecto como corresponde, o eso parece. Desde luego, no será por falta de luces que el trineo de Papá Noel acabe encontrando el camino hacia los hogares ourensanos: por algo estamos a solo cien kilómetros de Vigo. Ya veremos qué presentes nos deja.

Esta noche, entre las nueve y las doce, se produce uno de esos mágicos momentos en los que -confinamientos pandémicos aparte- las calles de la ciudad se vacían casi completamente; pues la mayor parte de la ciudadanía ourensana celebra la tradicional cena en sus casas, reuniéndose así las familias -no siempre con igual fortuna y entusiasmo, cierto es- para degustar juntas unos manjares más o menos refinados, considerando la ocasión.

Suele aparecer también en esta época la sempiterna adaptación de un clásico de mediados del siglo XIX, “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens, de quien dicen resucitó esta festividad, ayudando a definirla como una época de generosidad, familia y reflexión, más allá del aspecto puramente religioso; popularizando frases como “Merry Christmas” o el concepto del pavo como cena principal, al menos, en la cultura anglosajona. El cuento fue escrito en el tiempo récord de apenas seis semanas, bajo una gran presión financiera, ya que las obras anteriores del autor no se estaban vendiendo bien.

Obtuvo un éxito inmediato, puesto que se publicó el 19 de diciembre y para Nochebuena ya se habían vendido las 6.000 copias de la primera edición. De hecho, con permiso de Oliver Twist, es posiblemente la obra más famosa de Dickens y hay quien la considera un pilar de la cultura occidental. En ella, como es bien sabido, tres espíritus acompañan sucesivamente al amargado y tacaño prestamista Ebenezer Scrooge.

El primero representa a las Navidades pasadas, recordando al protagonista su infancia de rechazo por parte de su padre y donde su única felicidad fue el trabajo de aprendiz con el amable señor Fezziwig.

Al ver la escena con el espíritu, Scrooge se percata de que se puede ser un líder respetado aun siendo bondadoso. El espíritu de las Navidades presentes, hacia el final de la noche, envejece visiblemente (porque el presente dura sólo unos instantes) y bajo su túnica revela a dos niños horribles de aspecto cadavérico, llamados Ignorancia y Penuria.

El espíritu advierte a Scrooge que se cuide de ambos, pero especialmente del primero, porque en su frente lleva escrita la palabra “condenación”, si la sociedad no cambia. Finalmente, el encuentro con el espíritu de las Navidades futuras es, sin duda, el momento más aterrador, oscuro y solemne de la obra. A diferencia de los otros dos, este espíritu no habla ni una sola palabra, pues se comunica solo señalando con su mano esquelética.

Su silencio absoluto es lo que más aterroriza al protagonista, pues representa la incertidumbre del destino y la inevitabilidad del tiempo. Tras el sombrío panorama que le es mostrado, Scrooge cae de rodillas y se aferra a la mano del espíritu, suplicando una oportunidad para cambiar, mientras pronuncia la frase más famosa del cuento: “¡Viviré en el Pasado, el Presente y el Futuro! ¡Los espíritus de los tres lucharán dentro de mí! ¡No olvidaré las lecciones que me han enseñado!”. Scrooge despierta en la mañana de Navidad, vivo y con una oportunidad de oro para enmendar sus errores.

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