Paralelismos y diferencias

Coinciden en estos días el juicio por la pieza central del “caso Gürtel”, con las primeras pesquisas judiciales y la ofensiva política del PP para determinar si el PSOE se ha financiado de forma ilegal, tras desvelarse que Koldo y Ábalos recibieron dinero en efectivo de la gerencia del partido y la UCO haya encontrado discrepancias entre los datos facilitados por el PSOE y los gastos realizados por el exministro de Transportes sin rastro bancarios.

Mientras que el juicio de la Gürtel llega a su punto final casi veinte años después de que saltaran las primeras informaciones y algunas de las sentencias intermedias acabaran con la moción de censura contra Mariano Rajoy, el juez del Supremo Leopoldo Puente, que lleva el caso Koldo, y el PP intentan imprimir rapidez para saber si el PSOE ha incurrido en el delito de lesa política de financiación ilegal. El juez ha citado a un exgerente y a una trabajadora cualificada para que expliquen el mecanismo del pago en sobres con efectivo, después de que Koldo y Ábalos no dijeran nada al respecto. Al tiempo, la comisión de investigación del Senado sobre el “caso Koldo” ha citado a declarar a Pedro Sánchez, con la vista puesta en que diga lo que diga se le pueda enviar a un juez de instrucción, mientras que Vox denuncia al PSOE por financiación ilegal con sospechas derivadas del último informe de la UCO nada concluyente. Una denuncia similar fue archivada por el juez Pedraz, pero ahora puede ocurrir cualquier cosa.

El PP busca hacer empatar al PSOE en financiación ilegal que en su caso quedó demostrada por dos vías, las comisiones del ‘caso Gürtel’ y los ‘papeles de Bárcenas’

El PP busca hacer empatar al PSOE en financiación ilegal que en su caso quedó demostrada por dos vías, las comisiones del “caso Gürtel” y los “papeles de Barcenas”. En ambos casos hubo una “garganta profunda”, un concejal de Majadahonda que había grabado a Francisco Correa, y un abogado que fotocopió la “contabilidad b” del tesorero del PP con la relación de “sobrecogedores” -que incluía a M.Rajoy- y que desvelaba un sistema paralelo de cuentas que llevaba funcionando dos décadas. Aquellas pruebas sobre las que se dudaba de su autenticidad fueron ciertas. Lo mismo que las grabaciones a Koldo

En este caso las pruebas las pone en circulación el comisionista Víctor de Aldama que bien asesorado suelta píldoras incriminatorias, a la espera de que presente la documentación que constituya una traca final para los que fueron sus socios y la confirmación, en su caso, de la financiación ilegal del PSOE. La diferencia en ambos procesos es que, al menos por ahora, no hay constancia de que el Gobierno haya organizado una “policía patriótica” para hacerse con documentación incriminatoria como la que guardaba el extesorero del PP.

Cuando el “caso Gürtel había tomado velocidad de crucero, el propio presidente del PP, Mariano Rajoy, rodeado de toda la cúpula de su partido, salió a la palestra para afirmar que “Esto no es una trama del PP, sino una trama contra el Partido Popular”. Del mismo modo, el propio presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez ha reiterado que no existe una financiación ilegal de su partido. Si la hubiera, sus socios de gobierno y de la investidura le volverían la espalda y se vería abocado, como su predecesor, a dejar La Moncloa. En este caso da lo mismo que las sospechas se cifren en unas dos decenas de miles de euros de supuesto descuadre a la espera de explicaciones y no haya rastros de cobros irregulares por los dirigentes de Ferraz, o que el extesorero Luis Bárcenas escondiera 40 millones de euros en Suiza, y que el PP pagara la reforma de su sede con dinero procedente de actividades ilícitas.