Opinión

Biden

Debe ser cosa del cambio de jefe de gabinete, pero del ridículo se ha pasado a una cierta normalidad. El “encuentro bilateral” en la cumbre de la OTAN entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, fue un fiasco porque lo que se vendió como una reunión se tradujo en un paseo de unos treinta segundos por el pasillo, en el que les dio tiempo a hablar de un montón de cosas. Ahora, en la cumbre del G-20 de Roma, los dos mandatarios se han vuelto a encontrar brevemente, otro medio minuto, pero esta vez sin alharacas, no estaba previsto y fue por eso quizá más relevante que el primero, porque viene a mostrar que las relaciones están recompuestas, si alguna vez dejaron de estarlo y más después de las dos conversaciones que ambos han mantenido tras la retirada occidental de Afganistán. Pero no, no está previsto un encuentro bilateral. Y sí, queda más en evidencia el ridículo del mes de junio.

Te puede interesar