EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
MANCOMUNIDADES OURENSANAS
Las mancomunidades, tal y como hoy las conocemos, surgieron a raíz de la ley de Bases de Régimen Local de 1985, articulándose como una entidad supramunicipal prestadora de servicios de competencia municipal.
Una figura que, en la provincia de Ourense, cuenta con 13 entidades formalmente constituidas, siendo la mayoría de ámbito comarcal y con la recogida de residuos, la gestión del agua y la atención sociosanitaria como principales nexos de unión. Servicios en muchos casos deficitarios y que empiezan a hacer mella en los entes supramunicipales.
Sin ir más lejos, la Mancomunidad de O Carballiño está a punto de desaparecer porque los cuatro concellos que la conforman ven inviable económicamente mantenerla sin contar con el más importante, que es la villa del Arenteiro, capital de la comarca. “Non é sostible, a Mancomunidade non ten sentido se non participa O Carballiño, sobre todo no Servizo de Axuda no Fogar (SAF), que custa moitos cartos”, explica su presidente, Fernando Rodríguez Redondo.
El máximo responsable asegura que, solo en ese servicio, los cuatro concellos que la conforman (San Amaro, Boborás, Beariz y O Irixo), tienen que hacer frente a un coste además del subvencionado de 300.000 euros, a lo que hay que sumar el gasto en los demás servicios que presta. Rodríguez Redondo señala que el SAF es una carga para todos los municipios y que debería ser asumido por la Xunta y el Gobierno del Estado.
Tras intentar sin éxito la incorporación de otros ayuntamientos como O Carballiño y Punxín, el ente comarcal prepara un informe económico con vistas a decidir a mediados del próximo mes de diciembre sobre su continuidad o disolución definitiva, después de que ambos ayuntamientos únicamente se mostraran dispuestos a compartir servicios puntuales como la Axuda Temperá o los desbroces.
Por su parte, Francisco Fumega, alcalde de O Carballiño, opina que la falta de sostenibilidad económica es algo que se arrastra desde hace años, fundamentalmente por el capítulo de personal. Por ello considera que lo más factible es resolver la prestación de servicios a través de convenios puntuales entre concellos.
Pero el de la mancomunidad carballiñesa no es un caso aislado. En Monterrei, el servicio de basuras dividió recientemente a la Mancomunidad de Verín, pues tres concellos han optado a la vez por el servicio que ofrece la Diputación, con un contrato anual que no los compromete. La capital, Verín, ya había abandonado el servicio mancomunado hace cuatro años.
Otro ejemplo es el de la Mancomunidad de Terras de Navea-Bibei, que ha perdido gran parte de su relevancia al quedarse con dos de los seis concellos que la integraban en su origen.
Con anterioridad cesaron actividad las mancomunidades de A Limia o Allariz-Taboadela, creada para gestionar el agua y el saneamiento, pero los concellos desarrollaron después su propio servicio.
La Mancomunidad de O Carballiño hace años que solamente está integrada por San Amaro, Boborás, Beariz y O Irixo, renunciando los cinco concellos restantes de la comarca: O Carballiño, Punxín, Maside, Piñor y San Cristovo de Cea, que han optado por diferentes soluciones para ofrecer los servicios, ya sea externalizando, compartiendo la gestión y gastos entre varios, o municipalizando. Entre todos los servicios que ofrece la Mancomunidad, hay dos a los que se han adherido algunos de estos municipios que están fuera, entre ellos O Carballiño, que participa en la Atención Temperá, de ayuda a escolares con dificultades.
Además, el ente comarcal tiene asumidos la ayuda a domicilio o el servicio de educación familiar, entre otros, solamente en los cuatro concellos que lo conforman. Ante esta situación y dada la falta de interés de los gobiernos municipales de los restantes municipios, es muy probable que desaparezca a finales de año, a menos que haya nuevas incorporaciones.
La Mancomunidad del Ribeiro es una de las que funciona y a pleno rendimiento, según valora su presidente, Francisco José Fernández, y pese a que también solo cuenta con cinco de los 10 concellos de la comarca y quedando fuera Ribadavia. Forman parte de ella Leiro, Beade, Cenlle, Arnoia y Cortegada, marchándose a lo largo de los últimos años Ribadavia, Carballeda de Avia, Castrelo de Miño, Melón y Avión.
Esta Mancomunidad baraja al año un presupuesto que ronda los 2,5 millones de euros y ofrece los servicios de recogida de residuos; prevención de incendios y Protección Civil; Servicios Sociales que incluye ayuda en el hogar y el Centro de Información a la Mujer; recaudación y servicios varios.
La liquidación de las aportaciones de los municipios correspondiente al 2023 se cerró con un montante total de 779.447 euros, incrementándose el coste de los servicios a repartir en ese año para los cinco concellos en 25.800 euros.
Siete concellos conforman la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Verín, una de las 53 constituidas en 1986, tras la marcha de Riós en el año 2000: Castrelo do Val, Cualedro, Laza, Monterrei, Oímbra, Verín y Vilardevós. Con la entrada en vigor de la Ley de Bases de Régimen Local, la de Verín apareció para mejorar la prestación de servicios a los vecinos y abaratar sus costes a los concellos. Desde entonces ha prestado de forma ininterrumpida los siguientes servicios: recaudación, servicios sociales, orientación laboral, formación ocupacional, limpieza, recogida de basuras y Centro de Información a la Mujer.
No obstante, el servicio de recogida de basuras ha dividido en los últimos tiempos a los concellos miembros. En 2020 Verín dejó el servicio mancomunado, y recientemente Castrelo do Val, Oímbra y Vilardevós lo han abandonado de una tacada en favor del servicio que presta la Diputación.
La Mancomunidad de Terras de Navea-Bibei ha perdido gran parte de su relevancia en la actualidad, al estar integrada únicamente por los concellos de A Pobra de Trives y San Xoán de Río. Esta entidad, que surgió en 1993 con la participación inicial de Trives, Río, Manzaneda y Queixa, se ha debilitado significativamente tras el abandono de los dos últimos municipios hace años. La situación se agravó cuando San Xoán de Río propuso, el año pasado, la disolución o su salida definitiva de la mancomunidad, destacando la escasa actividad conjunta de la misma.
Actualmente, los únicos servicios compartidos eran la residencia de la tercera edad y el matadero, pero el cierre de este último ha reducido aún más su utilidad. Con ambos servicios localizados en A Pobra de Trives, la mancomunidad se percibe como una entidad casi simbólica, sin funciones relevantes que justifiquen su continuidad.
La mancomunidad de Conso-Frieiras se encuentra en la actualidad compuesta por dos municipios, Riós y A Gudiña, asumiendo la presidencia la alcaldesa del primero de ellos, Eva Barrio. Ambos integrantes trabajan para facilitar los servicios a los vecinos y poder optar a ayudas o subvenciones de manera conjunta. Ejemplo de ello es la actividad diaria que desarrollan desde el Centro de Información á Muller Conso-Frieiras que permite la atención a mujeres en situación de especial vulnerabildiad.
Aunque en sus inicios la mancomunidad estaba compuesta también por las localidades de A Mezquita y Vilariño de Conso, ambas dejaron de formar parte de este órgano. Primero lo hizo A Mezquita, en enero de 2010, y a continuación Vilariño de Conso. Tras la salida de los dos concellos, se barajó la posibilidad de que Viana do Bolo entrara a formar del ente, lo que nunca ocurrió.
Cartelle, Celanova, Gomesende, A Merca, Pontedeva, Quintela de Leirado, Ramirás y Verea llevan, desde el año 1991, constituidos en la Mancomunidad Terra de Celanova. Un ente supramunicipal en el cual los concellos tienen delegadas competencias básicas importantes como es el caso de los servicios sociales, la recogida y tratamiento de residuos sólidos urbanos y la gestión de las emergencias con un parque de bomberos propio con 10 profesionales y un servicio 24 horas.
La Mancomunidad Terra de Celanova, que maneja un presupuesto anual de alrededor de 3,6 millones de euros y una plantilla que ronda las 80 personas, cuenta con un Centro de Información á Muller que da servicio a los vecinos de los ocho concellos, así como asesoramiento en materia de consumo, orientación laboral, empleo y desarrollo local y una unidad de promoción de la salud; y un servicio de recaudación al que están adheridos todos los municipios salvo Celanova.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
Lo último