A remolque

En distintas ocasiones los partidos políticos se quedan, vulgarmente dicho, con el trasero al aire, con decisiones contrarias al sentir del conjunto de la ciudadanía, y si llega el caso de ponerse trascendentes, por haberse situado en el lado equivocado de la historia, como los hechos radiados, televisados y escritos en Gaza acaban de poner de manifiesto. Hasta el punto de que declaraciones de condena del papa León XIV, de un comité independiente de la ONU y de Felipe VI han sido previas al reconocimiento del Estado de Palestina que han llevado a cabo distintos países con gobiernos centristas o conservadores, que llegan seis meses después de la misma iniciativa que adoptaron España y otros cuatro países europeos en el mes de mayo.

Estas personalidades y estos países, salvo el caso de la ONU, no han utilizado el término genocidio que emplea el Gobierno de España, como lo considera la mayor parte de la ciudadanía, pero que produce alergia a los dirigentes del PP, aunque no es poco que Benjamin Netanyahu se encuentre acusado por el Tribunal Penal Internacional de crímenes de guerra, y tampoco aplican ese término para calificar al primer ministro israelí. Feijóo reconoció que en la Franja de Gaza se estaba cometiendo “una masacre” y el PP ha llegado hasta ahí de momento. La rueda de la historia les puede pasar por encima después de que criticaran el reconocimiento por España del Estado palestino, y que se defendiera, incluso por Felipe VI, la iniciativa de los dos Estados que han de convivir en paz y con seguridad, una posición que defendieron los populares en su día y que por un antisanchismo mal entendido que les impide aceptar cualquier iniciativa gubernamental por una parte, y por la soberbia de Sánchez por otra, han evitado que el consenso determine la política internacional de España.

El rey Felipe VI defenderá ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, la posición del gobierno español, como va de suyo

Feijóo intenta variar el rumbo sobre Gaza, pero desde el ala más derechista y proisraelí de su partido -el aznariano “lo que está pasando“ en Gaza- le ponen palos para que su cambio de posición -como las de Sánchez- no sea nada fluido. Ahora es el reconocimiento del Estado palestino, pero mañana puede ser la declaración formal de “genocidio” y a ver como aceptaría el líder del PP esa declaración si el TPI acaba por asumirla –a la que espera contribuir la fiscalía española-, pero que periodística y popularmente se define así a la vista de los horrores perpetrados por el ejército israelí, lo mismo que se habla de un delincuente confeso, aunque no haya sido sentenciado por un juez. El PP, junto con Vox se están quedando cada vez más solos en la justificación de una guerra del gobierno israelí, su ejército y parte de su pueblo, que ampara convertir Gaza en un resort turístico sin palestinos en sus tierras y que vulnera todo tipo de derechos.

El rey Felipe VI defenderá ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, la posición del gobierno español, como va de suyo -sin hablar de genocidio-, pero significando la insoportable serie de imágenes que revelan los crímenes del ejército israelí, en una intervención en la que ya se apunta como una nueva argucia de Pedro Sánchez, que habría recibido las mismas críticas si no fuera el rey quien participara en esa reunión. Pero lo cierto es que es Feijóo quién va por detrás de los acontecimientos y del curso de la historia.