Durante los 103 años que hoy cumple Adolfo Estévez hizo todas estas cosas: fue boxeador y entrenador de boxeadores, se fue al frente de la Guerra Civil con 15 años, sufrió los rigurosísimos fríos de Rusia como voluntario en la División Azul a donde lo llevó su militancia falangista, y donde conducía un camión de suministro.
Es posible que sea el último orensano que quede vivo de los que estuvieron allí. Carnicero de profesión, mecenas de la generación de los artistiñas locales a los que compraba obra y prestaba su furgoneta de reparto que olía a vaca para trasladar sus cuadros. En su carnicería de la calle Bedoya sus clientes disfrutaban de un mural de Xaime Quessada.
No contento con toda esta actividad, en los años sesenta patrocinó un premio literario cuyo jurado presidía nada menos que don Vicente Risco. En una entrevista mantenida hace unos días, Adolfo Estévez, simpático, cálido y acogedor, confesaba que de toda esta actividad con lo que mas disfrutó fue con el boxeo.
Hoy celebra su cumpleaños con su mujer, Teresa Oñate, con la que lleva casado más de 70 años. Felicidades a los dos.
