Primero pensar, luego proponer

Nuevo giro en la estrategia de oposición del PP, consistente en lanzar sus propuestas económicas para beneficiar a la clase media que consideran sableada y ninguneada por el Gobierno. De esta manera dejaría de centrarse, sin olvidarlos, en los casos de corrupción que cercan a Pedro Sánchez y al PSOE, y en la política migratoria que desarrollará Feijóo cuando llegue a la Moncloa -en la que compite en dureza con Vox- para poner la situación económica en el centro del debate político. Ya lo hizo en este curso, pero la dedicación a los problemas de las clases medias y a la precariedad económica le duró poco y volvió al ataque con la corrupción.

En ambos casos los agentes sociales se han mostrado en contra o por excesivas o por no haber sido consultadas con anterioridad.

Este cambio de orientación viene favorecido por el propio Gobierno que se lo ha puesto fácil con dos de sus últimos proyectos, manifiestamente mejorables tanto en su concepción como en su explicación, hasta el punto que han generado discrepancias en el seno del propio Ejecutivo y entre los socios que lo apoyan en el Congreso. Si desde la parte socialista se ha puesto en duda el proyecto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para aumentar a diez los días de permiso cuando fallezca un familiar directo, desde Sumar se ha criticado la propuesta de la ministra de Seguridad Social, Elma Sáiz, para incrementar progresivamente las cuotas de los autónomos. En ambos casos los agentes sociales se han mostrado en contra o por excesivas o por no haber sido consultadas con anterioridad.

Pasar de los dos días de duelo previstos en el Estatuto de los Trabajadores por el fallecimiento de un familiar directo a un número mayor de días para asumir la nueva situación sería un avance en derechos sociales. Y sin ser una “ocurrencia” de Yolanda Díaz como lo despachó el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no es menos cierto que como planteó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se debiera avanzar en ese objetivo “de forma equilibrada teniendo en cuenta a las empresas”. La inclusión de los permisos para cuidados paliativos y otras situaciones relacionadas con la salud y la muerte de familiares, e incluso amigos, son necesarias, pero han de ser objeto de negociación y de conciliación de los intereses de todos los sectores implicados en el proceso productivo.

Otro tanto ocurre con el previsto incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social de los autónomos, que han causado conmoción entre las organizaciones que los representan, que no han dudado en señalar que supondría la asfixia económica de muchos de ellos a pesar de que está pensada para incrementar sus derechos actuales y sus pensiones futuras. Tras las críticas, la ministra de Seguridad Social ha comenzado a recular.

Ni la situación del país, con la correa de transmisión de la buena situación macroeconómica a la microeconómica de las familias de clase media cortocircuitada, y con la precaria situación parlamentaria del Gobierno, lanzar esas iniciativas solo ha servido para revitalizar la alicaida oposición del PP, centrada en la corrupción y en mirar de reojo a Vox. Todo ello aderezado con las propuestas tradicionales de la derecha de rebajar impuestos y cotizaciones y de reducción de la burocracia, con la coda de que “España tiene que dejar de ser un país caro para el trabajador y barato para el jeta” (Feijóo), lo que dicho dos días antes de que comenzara el juicio por una nueva pieza del caso Gürtel tiene su aquel.