Rusia se mantiene en el no a las principales propuestas para sellar la paz

Rusia se mantiene en el no a todo. No al referéndum sobre los territorios cuya soberanía reclama Moscú, tal y como planteó Zelenski. No al despliegue de una fuerza internacional en Ucrania que se encargue de garantizar el mantenimiento de la paz, tal y como requirieron los líderes europeos. No a la compensación a Kiev por los daños ocasionados por la invasión, que la UE planea abordar con el efectivo generado por los activos rusos en suelo comunitario que han sido inmovilizados. No a una tregua durante las navidades, como propuso el canciller de Alemania, Friedrich Merz. No, en definitiva, a avanzar hacia la paz.

Pese a ello, el viceministro de Exteriores de Rusia concedió una entrevista a la televisión estadounidense ABC News en la que llegó a asegurar que el conflicto que el conflicto "está a punto de resolverse" a pesar de las "extremadamente deficientes" aportaciones de Ucrania y Europa a los planteamientos "sensatos" de Trump. Con todo, esta afirmación, que se alineaba con el discurso sobre "avances" que en las últimas horas han ofrecido los presidentes Trump y Zelenski, ya ha sido contrarrestada por el portavoz del Kremlin: "no estamos dispuestos a sustituir un acuerdo por decisiones precipitadas".

El territorio

La posición de Rusia sigue siendo maximalista especialmente en lo que atañe a la cuestión territorial, hasta el punto de continuar retrotrayendo las conversaciones de paz a la reunión entre Putin y Trump el pasado agosto en Alaska.

En aquella cita, el norteamericano llegó a ofrecer convertir el Donbás en una zona desmilitarizada bajo liderazgo ruso, y el primer borrador de acuerdo también contemplaba que esa región pasase a manos del Kremlin. "No es un territorio que hayamos cogido de la Luna, es parte de Rusia", ha defendido el vicecanciller soviético.

Las garantías

En lo que se ha declarado "abierto de mente" es a buscar una solución que ofrezca confianza en el acuerdo de paz, si bien ha opinado que no es lo sustancial que se debe poner ahora sobre la mesa.

Eso sí, Rusia rechaza que una fuerza internacional se despliegue por Ucrania para garantizar la paz; una de las últimas propuestas del bloque comunitario y que se suma a otros mecanismos de seguimiento y verificación. A cambio, asumen que Ucrania no podrá entrar en la OTAN.

La financiación

Casi cuatro años después de que Rusia decidiese invadir Ucrania, la propaganda del Kremlin sobre los supuestos avances militares de su ejército sobre el terreno se encuentra en entredicho, al igual que su cifra oficial de bajas. De hecho, Zelenski se ha desplazado a zonas que en teoría ya se encontraban bajo dominio ruso "para demostrar al mundo que Putin está mintiendo", y la inteligencia militar británica también ha puesto en cuestión algunos datos, como antes Estados Unidos.

En este contexto, cada vez cobra más relieve el importante gasto que se está asumiendo para continuar sufragando un conflicto en el que, como señaló el secretario de Estado de Estados Unidos, "nadie está ganando".

Es por ello que el plan de la Comisión Europea de financiar un préstamo para Ucrania a costa de los activos rusos congelados tiene una importancia capital. Está por ver si en la cumbre que tendrá lugar esta semana se alcanza la mayoría requerida, pues de momento siete países han explicitado su oposición a esta medida, en medio de una fuerte presión de Rusia en forma de amenazas y denuncias.

Además, hoy mismo se ha firmado en La Haya un acuerdo para crear una comisión internacional con la que reclamar indemnizaciones a Rusia por los daños causados durante la contienda.

¿El acuerdo?

Cuando las negociaciones de paz están a punto de cumplir un mes, y concluyen dos desde el último contacto entre Trump y Putin, el presidente de Estados Unidos ha pasado de "frustrado" a animarse con la idea de una pronta solución, porque todas las partes "quieren" firmar el armisticio. Con todo, se ha mostrado ciertamente cauto, consciente de que puede suceder cualquier cosa que "de repente" trastoque el acuerdo.