Opiniones de Gonzalo Iglesias Sueiro

La humildad del bastón

Con infinita paciencia, el bastón esperaba a su amo. Dada la relación que mantenían, lo adecuado sería decir “compañero”. Apoyado en la mesilla de noche, observaba los lentos movimientos de su inseparable amigo. Este respiraba apaciblemente, permaneciendo con los ojos cerrados, gozando de un…